part one: parasites in the stomach

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— ¿Que es lo qué pasa contigo, Minni? Últimamente eres más floja de lo normal. — Taehyung frunció su ceño, tomando a su pequeña gata de color gris y acariciando suavemente su cabeza. — Demonios, realmente estás pesada, tienes que empezar a comer menos.

La gatita respondió con un maullido y buscó refugio en el pecho de su dueño, ronroneando sonoramente, había que admitir lo muy confundido que lo tenía su actitud, normalmente la pequeña era grosera e incluso bastante apartada sí de una caricia se trataba, pero ahora se encontraba buscando mimos.

— ¿Tienes hambre? — murmuró, colocando al animal en el piso y mirándole atentamente, esperando una respuesta que jamás llegaría porque claro, los gatos no hablan. — Lo tomaré como un sí.

Chasqueó sus dedos llamando a la felina, la cuál inmediatamente siguió su paso mientras su colita esponjosa danzaba alegre por el aire, Taehyung tomó una lata de atún especial para felinos y lo vació en la pequeña taza de su mascota, ella inmediatamente empezó a comer.

— Ya tienes que dejar de comer cosas de la calle, mira nada más como está tu pancita, de seguro tienes muchísimos parásitos, tenemos que ir al veterinario, Minni. — suspiró agotado, sorprendiéndose al ver a la minina devolver la comida a la taza, relamiéndose su hocico luego de haberlo hecho. — Bien, definitivamente iremos ahora mismo al veterinario.

( ... )

— De acuerdo, entonces tu felina ha estado vomitando, subió su peso y se encuentra más cariñosa de lo normal, ¿no? — Taehyung asintió, el veterinario soltó una pequeña risa, acariciando la pancita blanca del animal, inmediatamente recibiendo un fuerte mordisco y un apretón de garras contra su mano. — Esperó estés listo para una camada, niño, porque tu gatita está preñada.

— ¿Mi gata está preñada? — su boca se abrió totalmente, mirando al más alto con una ceja enarcada, soltando una leve risilla. — Lo dudo, no hay gatos machos cerca de mi casa.

— Eso no quiere decir que tu minina no se vaya a merodear por otros callejones, después de todo ella estuvo en celo y obviamente estuvo buscando algún gato que la consintiera. — asintió, claramente los animales también necesitaban una vida sexual, pero sería difícil cuidar una camada de gatos, solo y sin ayuda de totalmente nadie.

— Oh, supongo que gracias, ten un buen día. —sonrió ampliamente dándole paso a sus rosadas encías, agarrando a su mascota entre los brazos y dirigiéndose hasta la salida del lugar, los nervios se lo estaban comiendo, ni siquiera se trataba de un embarazo humano, él estaba preocupado por el embarazo de su gata y más aún al no saber quién podría ser su padre, el veterinario tenía razón, Minni pudo haberse ido hasta otros callejones para buscar compañía, pero eso no tenía sentido ya que Minni cuando se iba siempre salía del patio del vecino, ella llegaba a casa e inmediatamente se acostaba en el sofá.

Ah, ahora comprendía todo, días atrás un vecino nuevo se había mudado y siempre veía salir de su casa a un gato blanco, entonces probablemente esa era la razón por la que su pequeña Minni quería pasar ahí todo el día, definitivamente ese atravesado conocería a Kim Taehyung.

— Estoy muy decepcionado. — murmuró el otro hacía su felina, la cuál iba ronroneando en sus brazos mientras pegaba su nariz húmeda contra su cuello. — Deja de actuar adorable porque me es imposible molestarme contigo. — la minina siguió con sus mismas acciones, alejándose de inmediato de aquel y bajándose de sus brazos al darse cuenta de dónde estaban, justamente frente a la casa del dueño de aquel gato, la mano del joven no se hizo esperar para tocar repetidas veces la puerta con sus nudillos. — Quédate aquí, Minni, no vayas por detrás.

Pasaron quizás unos cinco minutos hasta que finalmente la puerta se abrió, dándole paso a un joven de cabello oscuro, portaba una camiseta sin mangas por lo cuál se notaban perfectamente sus bien formados brazos. Taehyung inspeccionó totalmente su cuerpo, llegando hasta sus pies donde aquel gato blanco se frotaba cariñosamente contra su dueño.

— Tú y yo, mocoso, tenemos que hablar. — empujó el cuerpo de aquel otro, adentrándose a su casa y sentándose en el sofá, llamando a su gata hasta sus piernas, llegando de inmediato. — No sé dónde te la pasas metido o que diablos haces en tus días pero quería informarte que tengo una camada la cuál próximamente tendré que cuidar, porque tu bonito gato se anda revolcando con mi delicada Minni, ella no merece a cualquier gato.

— ¿Disculpa? Mi Amon es un gato de raza fina, e igual no es su culpa que tu gata haya venido a buscar su pene, ¿tú vienes por el mío?

— Joder, eres un asqueroso de mierda y no me sorprende. — frunció sus labios, mirándole atentamente mientras lo apuntaba con su dedo. — Tú te harás cargo también de la camada o mi puño se estrellará fuertemente contra tu rostro hasta dejarlo tosco.

— Vaya, qué carácter, por cierto, quizás no te interesé pero sí vamos a cuidar juntos una camada supongo que debes saber mi nombre, soy Jungkook, ¿tú eres? — estiró su mano ofreciéndosela al mayor, el cuál frunció sus labios e ignoró aquel saludo.

— Soy Taehyung, alguien que será un puto dolor de culo para ti desde el día de hoy, buen día.

Se levantó con la gatita entre sus brazos, dirigiéndose hasta la puerta y cerrándola fuertemente al salir, Jungkook simplemente se quedó mirando por dónde aquel chico se había ido, sonriendo ladinamente.

— Joder, Amon, agradezco tanto que hayas preñado a esa gata, su dueño es precioso.

(cat)astrophe  ›  kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora