—¡Señorita por favor no lo haga! —Escuchó la preocupada voz de su empleada.
—¡Marcela abre la puerta con un carajo! —Ahora escuchó los gritos de su madre junto con fuertes golpes.
Estaba acostada en el suelo de su baño, mareada, la imagen de su bote vacío de píldoras para dormir se hacía cada vez más borrosa.
Pronto se quedaría dormida por completo, y vaya día había escogido para hacerlo.
—Heh, que jodido... —Rio ante lo gracioso que le parecía morir en pleno Día de Muertos.
—Vaya que lo es —Respondió alguien a su lado.
Miró a su alrededor y notó la sombría figura de una mujer en harapos, no podía ver su rostro, pero sí su descuidada y canosa cabellera, junto con sus largas manos esqueléticas.
—Ya te estabas tardando flaquita... —Murmuró somnolienta —Aunque... no te esperaba a ti... siempre pensé que la catrina era solo un chiste.
—No soy la catrina —Rio divertida la mujer —Soy algo mucho peor.
La mujer descubrió su rostro, y como si viera una vieja fotografía, aquel cráneo se desfiguró a tener el rostro de su tatarabuela, Ernestina De La Cruz, quien poseía una expresión de molestia.
—Ay no, esta señora no... —Suspiró con hartazgo —Estoy en el piso, ¿Qué no puede el diablo chuparme de una puta vez?
—También es un gusto verte de nuevo —Dijo de forma ironica, y la chica moribunda rodó los ojos —No puedo creer que esto sea mi legado... una zorra drogadicta.
—Lidia con eso, saco de huesos... huh... —La chica empezó a toser, y la imagen de la mujer se empezaba a desvanecer —N-no... no...
Vomitó las pastillas.
Puto sistema inmunológico.
. . .
Después de aquel pobre intento de suicidio, su madre sometió a Marcela a varios estudios psicológicos... llegando a la conclusión de que necesitaba a alguien más competente para que cuide de su reputaci... de su hija.
—¿Quién es esta? —Cuestionó Marcela, viendo con recelo a la mujer en traje negro y cabello recogido.
—Es tu nueva acompañante —Informó su madre.
—Me agradaba más Carol.
—Cortney —Corrigió la mayor —Tuve que despedirla después de aquel... pequeño descuido.
—Me intente suicidar, madre, dilo sin pena —Sonrió descarada —¿Y qué tiene esta de diferente? Además de la altura.
—La señorita Takachiho provee un servicio más completo. No solo compañía, también será tu guardaespaldas, hará tus tres respectivas comidas...
"Huh... ahora sí le importan mis problemas alimenticios." La menor rodó los ojos ante tal pensamiento.
—...se encargará de reconfortarte cada que tengas tus ataques, pero fuera de eso, ni creas que te hablará igual de bonito como lo hacía Cortney cada que pongas en juego la reputación de la familia.
—Hm, ¿Me vas a hablar rudo, poste? —Preguntó en un tono seductor y le recorrió con la mirada —¿Pudiste escuchar eso desde allá arriba?
—Solo cuando se requiera, Señorita De La Cruz —Por fin habló su nueva acompañante, con un tono neutro.
En primera instancia, Marcela se extrañó de aquella nula reacción, su anterior acompañante solía explotar de nervios cada que le hablaba de esa forma. Tal vez esta sí esté mejor entrenada... pero solo sería cuestión de tiempo para quitarle esa actitud estirada.

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Distante Recuerdo (Fem!Markyle)
FanficEn una ciudad llena de sueños suicidas y tragedias glorificadas, Marcela De La Cruz lidia con su sobreprotectora acompañante, Kylie Takachiho. No se soportan, Marcela quiere morir y Kylie solo quiere que le paguen, pero por más barreras que se ponga...