III

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- ¡Y la maestra de matemáticas dijo que mejore mucho!. - Expreso con alegría la alfa de cabellos rubios, alzando las manos al cielo-

- Eso es bueno, Sana. - Dijo Tzuyu, pegando un bostezo al final de la oracion- Por dios, si que estoy cansada. - Murmuró-

La japonesa se sintió culpable por lo que su unnie dijo, aunque según ella, todo era su culpa. La noche anterior, las dos chicas se la habían pasado toda la noche y parte de la madrugada estudiando para el examen de recuperación de Sana.

La alfa no era muy buena en las matemáticas, por lo tanto había salido mal en esa materia, pero, la maestra Choi, siendo muy considerada y buena, le dio otra oportunidad a Sana, diciéndole que le haría un examen de recuperación.

Y por esa razon se desvelaron. Minatozaki pidió ayuda a Tzuyu por que ella era mayor, así que sabía más de los temas que la japonesa no entendía. Y bueno, Sana supone que es por eso que la omega esta cansada.

Hizo un puchero, viendo de reojo a la mayor, con el aroma a vainilla y frutillas pegando directamente en su nariz ya que, llevaba la mochila de Tzuyu al frente, llevando la suya propia en su espalda. La taiwanesa dándose cuenta de el repentino cambio en la menor, también sintiendo el leve aroma a feromonas tristes.

- Sana, ¿que pasa? ¿estas bien? ¿porque el cambio de humor?. - Pregunto la omega con voz un poco afligida-

- Unnie... lo siento.

- ¿Eh?.

- Por mi culpa usted está cansada, estudiamos toda la noche y no pudo dormir, lo siento. - Murmuró la rubia, parando en seco, levantándo la cabeza, sus mejillas pintadas en un lindo rojo pastel-

- Sana-ah, no tienes que pedir perdón, no es tu culpa, estas tomándole mucha importancia, alfa bebe. - Dijo Tzuyu, sonriendo con ternura-

- P-Pero-

- No es tu culpa, además, necesitabas de mi ayuda, yo solo ayude a mi alfa. - Aún manteniendo la sonrisa, la mayor se acercó a su donsaeng para darle un abrazo-

Sana al sentir el cuerpo de la omega apapachar el suyo, no pudo evitar que sus mejillas se pintarán más fuertes de aquel color rojizo. Su corazón acelerándose, su loba moviéndose contenta y una sonrisa inevitablemente se formó en sus rosados labios.

Y para Tzuyu no era diferente, su corazón igual se movía como loco, al igual que su loba daba saltos de emocion y agitaba la cola como una cachorrita contenta. Y esque este era la primera vez que tenían contacto físico desde que se conocieron. Sana era muy tímida, por lo tanto no hacía nada mas que convivir con la mayor sin nada de contacto físico, solo platicas normales y una que otra sonrisita.

El abrazo duro muy poco para el gusto de Sana, demostrando eso cuando un puchero se formó en sus labios al sentir como el cuerpo de la mayor se despegaba de el suyo, su alfa interior agachando las orejas al dejar de sentir el lindo calor que la omega desprendía.

- ¿Seguimos?. - Tzuyu pregunto, no haciendo contacto visual con la japonesa, acción que no paso desprevenida por la alfa-

Sana asintio, las mejillas de ambas chicas pintadas en rojo, las dos con el corazón acelerado pero ninguna demostrandolo. El aroma de la castaña volviéndose más dulce y empalagoso, la rubia deleitándose con el olor de su mayor.

Así fue como continuaron el camino a casa de la omega, en silencio, no uno incómodo, si no tranquilizador y extremadamente lindo, amabas en sus propios mundos con sensaciones diferentes pero bonitas en el interior de sus cuerpos. Tzuyu pensando en el reciente abrazo y la linda sensación que Sana le transmitió, ¿Sana?, ella solo pensaba en lo linda que era su destinada.

Porque eso era Tzuyu, su destinada, su omega.

"Little alpha" (SaTzu) G!P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora