NOCHE DE PASIÓN

PRIMERA Y ÚLTIMA NOCHE

Nunca hubiera imaginado que mi primer día en Tokyo se volvería una completa locura. Mi meta aquí era conseguir un empleo estable y tener una mejor vida a comparación de la que tenía en Latinoamérica, pero nunca creí que esa misma noche me encontraría en la habitación de un desconocido, simplemente dejándonos llevar por el momento, besándonos de una manera tan placentera y necesitada, acariciándonos con desesperación para sentir la piel del otro,  seguir nuestros instintos más profundos hasta finalmente calmar nuestro deseo en una cama y al otro día fingir que nada sucedió.

Mi vida en mi país natal era una completa basura, no tenía un trabajo estable o algún apartamento decente para vivir cómodamente, el dinero que obtenía por los diferentes trabajos que he hecho me ayudaba para conseguir la comida del día día y, en algunas ocasiones, solo lograba comer una vez al día para poder pagar la renta y demás cosas.
Nunca creí que a mis 25 años tendría una vida tan miserable, estudie y luche para obtener un título para conseguir un buen trabajo pero al final no sirvió de nada, tanto que trabaje, tanto que luche, para al final terminar trabajando de mesera en un sucio bar, pero ya estaba cansada, me iría de este infierno.

Con los pocos ahorros que tenía pude sacar mi pasaporte y visa por lo que no tarde en comprar un boleto para Japón Tokyo e irme de este lugar. Me separé de mi familia a la edad de 20 años, no tenía tanto contacto con ellos pero decidí llamarlos para darles la noticia que me iría a otro país y no sabía cuándo regresaría.

7:30 p.m JAPÓN TOKYO

Ya me encontraba en Tokyo, agradecía de haber estudiado mandarín por lo que no era complicado entender y hablar su idioma. Con mis pocas cosas que traje conmigo fui en busca de un hotel para quedarme por esta noche, no tenía familiares o conocidos, debía sobrevivir por mi cuenta pero solamente por hoy quería descansar.

Encontré un hotel económico y que parecía bastante cómodo, pague la noche y me entregaron las llaves, al llegar a mi habitación acomode mi maleta a un lado de la cama; la habitación era pequeña pero bastante cómoda, perfecta para una sola persona.

- Tal vez...debería salir.

Susurré. Estaba en Tokyo, debía salir a caminar y conocer un poco, conocer de este maravilloso lugar. Un baño rápido y me vesti para salir, algo simple, un short negro junto con unas medias de malla, camisa blanca ancha y unos tenis, quizá llamaría la atención, quizá por mi cuerpo, ya que era un poco gordita, el ligero tono moreno de mi piel aunque no era tan notorio, era más blanca que morena pero siempre tenía pequeños lugares morenos debido al sol, mi cabello negro o mi forma de vestir, al ser latina sobresalía demasiado.

Justo como lo pensé, al salir todos me miraron, simplemente seguí mi camino para contemplar los alrededores de tan maravilloso lugar, pero a veces la suerte no está de mi lado, no solamente capte la atención de las personas, también de aquellas que se consideran un peligro, aquellos pandilleros que pasean por las calles, no me percate pero 5 de esos chicos me estaban siguiendo.

Al paso de unos minutos había notado que alguien, o mejor dicho, algunas personas me estaban siguiendo por lo que apresure el paso sin rumbo alguno, si volteaba para regresar al hotel seguramente me atraparían y no deseaba que eso sucedería. Al ver una especie de callejón decidí entrar a ese lugar creyendo que encontraría salida pero para mi mala suerte era un callejón sin salida.