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⌗ 𔘓 ᜑ Dio un gritó al sentir el tirón en su cabello, las lágrimas se acumularon en sus ojos, enfrente suyo ya se encontraba su muñeca, de hecho la única que tenía, pero le era imposible tomarla. Sentía que le iban a arrancar el cabello, pero la fuerza ejercida se fue y ella terminó chocando su estómago contra la mesa, aún con el dolor presente sonrió al tener a su adorada muñeca entre manos.
────¡Freya! ¿Estas bien? ──── Preguntó su madre acariciando suavemente su cabeza ────¡Os he dicho que no deben usar violencia con Freya! ──── Gritó en dirección a sus sobrinos quienes comenzaron a correr hasta perderse por el pasillo.
────Estoy bien madre──── Habló la pequeña peli negra cerrando los ojos con fuerza tratando de evitar la caída de más lágrimas ────Pero el peinado que me hiciste no ──── Dijo con la mirada en el suelo.
────Eso es lo de menos, Freya, puedo hacerte otro si esa es tu tristeza. ──── Habló dulcemente tomando a su hija en brazos.
Caminaron hacia la habitación de Hekate, en el camino la pequeña peli negra taradeaba al ritmo que su madre cantaba la canción de cuna que siempre sonaba en las noches. "Algún día te sacaré de aquí" Freya llevaba contando muy bien las veces que su madre llevaba diciéndole esa frase, sabía que eso estaba muy lejos de sus manos y aún permanecían en el principio de esa carrera. Sus pies no tocaban el suelo y sentía el cepillo pasando suavemente por su cabello, su abuela y tía siempre alababan su cabello, pero después se lamentaban al saber de quién estaban hablando.
Miró la muñeca que sostenía en sus manos y paso su mano por la mejilla de trapo, apretó los labios al verla toda sucia y desgastada.
────Mamá, quiero volver a escuchar de papá. ──── Dijo dándose la vuelta mirando los verdes ojos de su madre, la mujer se sorprendió por un momento y después volvió a sonreír, acarició la mejilla de su hija y negó lentamente.
