Capítulo 3

103 17 1
                                    

Narra Igor

Me encontraba aquella mañana en el monte respirando algo de aire puro para despejarme de todo mientras sentía la ligera brisa en mi rostro.
En ese momento, mi móvil comenzó a sonar interrumpiendo la calma y el silencio del lugar y, tras suspirar levemente, agarré el teléfono y atendí la llamada, la cual era de Fedor.

Conversación telefónica

-Digame, amio Fiedor

-Igor, tenemos que hablar, recuerda que tenemos una conversación pendiente, estoy en la cárnica

-Voy para alliá

Fin de la conversación

Cuando Fedor colgó, suspiré pesadamente mientras guardaba el móvil y me dirigía al coche.
Tras un buen rato conduciendo, llegué a mi destino y entré para adentro para reunirme con Fedor.

-Buenos días, amio Fiedor- Saludé al entrar en la oficina

-Buenos días, Igor- Respondió devolviéndome el saludo- Tenemos que hablar sobre lo de ayer

-Dígame, amio- Contesté

-Igor, tú que sientes por el joven Gambino??- Cuestionó

-No lo sié, amio, sientio una sensación raria en el estomagio y como una presión extrañia en el corazón, a veces piensio quie es un tontio pero otras veces piensio quie es inteligentie y adoriable, me sientio demasiadio feliz cuando estoy cerca de él y mis latidios se aceleran con solo pensiar en él, a veces me encantaría abrazarlio y otras veces me bastia con que agarre mi manio y me dedique una de sus sonrisias, me vuelve lokio sin yo sabier como ni porquié, cuando estioy con él me sientio como si estuvieria en las nubies y es unia sensación muy agradablie, adoro estiar con él- Respondí con un leve rubor

-Igor, eso se llama amor, estás enamorado de Carlo- Dijo Fedor

Perio, el amior es un sentimientio, Igor nio tener sentimientios, no estar programadio para eso- Repliqué

-Ay Igor, te estas convirtiendo en un divergente; desde el día en que te programé, temí que esto pasara porque no sabría cómo afrontarlo, no tenía apenas conocimiento sobre los divergentes, pero supongo que cuando alguien tiene un hijo le pasa igual, no está preparado para verlo crecer- Respondió Fedor con una sonrisa nostálgica

Igor ser divergientie, eso significa que soy defectuosio, deberías reprogramarmie- Murmuré cabizbajo mientras una lágrima recorría mi mejilla

-Jamás haré eso a no ser que sea imprescindible, no eres defectuoso por ser divergente, jamás vuelvas a decir una cosa así porque es mentira- Respondió Fedor poniendo su mano sobre mi

Entionces, no estiá mal ser un divergientie?? Pero tú dijistie que los sentimientios hacen débiles a las personias- Respondí secándome la lágrima

-Si, pero solo si dejas que los sentimientos te controlen totalmente y te cieguen- Contestó

-Gracias, papá- Agradecí abrazándole fuertemente apoyando mi barbilla en su hombro

-De nada, hijo mío- Murmuró Fedor devolviéndome el abrazo

-Sabes, creo que el joven Gambino es buen chaval, me gusta para tí- Dijo con una sonrisa tras separarnos del abrazo

Me ruboricé totalmente con ese comentario y me quedé en silencio, pues no sabía qué responder.

-Anda, ve a hablar con ese chico, ármate de valor- Dijo

Le dediqué una sonrisa de agradecimiento y, a continuación, le mandé un mensaje a Carlo para reunirnos en el monte mientras me dirigía hacia allá.
Carlo llegó poco después de mí y se sentó a mi lado a admirar las vistas.

-Hay unas vistas preciosas desde aquí- Dijo Carlo

-Lo sé, es un sitio precioso- Respondí y ambos nos quedamos en silencio, pero no era un silencio incómodo

Acerqué mi mano lentamente a la suya tratando de entrelazar mis dedos con los suyos y, Carlo, al ver mis intenciones, dejó que entrelazase nuestros dedos.

-Carlio, me gustaría hablar contigio de algo- Dije tras un leve suspiro- T-tú... Tú me gustas, Carlio, me gustan tus locurias y tu sensatiez, esa linda sonrisia que me derritie, amio estiar siempre cerca de ti y sentir como mis latidios se aceleran al pensiar en ti, amio la felicidad que sientio cuando estoy cerca de ti, amio abrazartie y tiambién que agarres mi manio, adoro que me vuelvas lokio sin saber porqué, amio todo de ti, sientio esto desde hace tiempio y no sabía cómo decírtelo y, además, no quiería admitir que me conviertí en un divergente- Me declaré

Carlo me miró ruborizado con una sonrisa tímida y, poco a poco, nos fuimos acercando hasta que nuestros labios se juntaron en un tierno y dulce beso que ojalá nunca acabase.
Al separarnos por la falta de aire, nos miramos a los ojos en silencio y, segundos después, nos acurrucamos y disfrutamos de las vistas entre mimos y besos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 02, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Divergente (Carligor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora