Una Cullen Diferente

9. Fiesta planeada y persiguiendo a Victoria

T/N POV

Al día siguiente en el cuarto de Edward...

T/N: Cielo...

Edward: ¿Si cariño?

T/N: ¿Me podrías traer algo de ropa de mi cuarto?

Edward: Si claro. ¿Cual?

T/N: (a tu gusto) y unas zapatillas porfa.

Edward: Sí, ya vengo. - salió, se fue a mi cuarto, agarró mi ropa y regresó - ¿Te ayudo a vestirte? - me preguntó con cara pícara

T/N: Quisieras, yo puedo sola.

Edward: No malpienses, solo quiero ayudarte.

T/N: Tu eres el que malpiensa, recuerda que puedo leer tu mente. - dije mientras él me ayudaba con mi ropa

Edward: Lo se. ¿Bueno, te vas a maquilar?

T/N: Sí, solo un poco. ¿Por qué?

Edward: Pues, ya estamos tarde.

T/N: Cielo, siempre estamos tarde, no te preocupes. - terminé de cambiarme y me maquillé un poco - Listo, ahora el problema es como voy a bajar.

Edward: Eso no es problema, yo te bajaré y subiré todas las veces que quieras - dijo y me cargó

T/N: Pero es molesto estarme bajando y subiendo aparte, estoy muy pesada.

Edward: No es ninguna molestia para mi, al contrario, por mi feliz. ¿Y cariño, qué te hace pensar que eres pesada si eres la más delgada y chiquita de la familia Cullen? - preguntó mientras me cargaba bajando las escaleras

T/N: No pues, gracias por decirme enana.

Edward: Lo eres, cariño pero eso te hace aún más hermosa y perfecta.

Llegamos abajo pero Edward aún no me bajaba.

Esme: Buenos días.

T/N: Hola mamá. ¿Y papá, hoy no irás al hospital?

Carlisle: Sí pero hoy iré un poco más tarde. ¿Y hablando de tarde, a qué hora se piensan ir? Ya es demasiado tarde.

Edward: Ya nos vamos, adiós.

Esme: Cuida a tu hermana, Edward.

Edward: Siempre lo haré.

Me subió al carro luego él se subió y nos fuimos.

En el camino...

Me acordé que no traje las muletas.

T/N: ¿Qué crees?

Edward: ¿Qué pasa? ¿Te duele mucho el pie?

T/N: No pero se me olvidaron las muletas.

Edward: Ay cariño, ya no podemos regresar, de hecho ya llegamos. - dijo mientras se estacionaba

T/N: ¿Y cómo haré para llegar a clases?

Edward: Yo te cargaré todo el tiempo.

T/N: ¿Enserio crees poder aguantar mi peso casi todo el día?

Edward: Eres muy liviana, cariño. No te preocupes. - salió del carro y rápidamente vino a abrirme la puerta para cargarme

Bella nos vio y se nos acercó.

Bella: ¿T/N, qué te pasó? - preguntó un poco preocupada

T/N: Digamos que metí la pata.