En algun punto, Mikey no paraba de insistir para que lo dejarán dormir en casa de su Takemitchy, aferrandose a su tobillo mientras lloriqueaba, lastimablemente, siempre era arrastrado por Draken hacia su propia casa.
Hasta que un dia, Mikey por fin pudo disfrutar de las suaves sábanas de Takemitchy y mientras se regosaba en sábanas de algodón, Draken sufría de comida y sábanas de hospital, con vendas en su reciente apuñalada.