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A Midoriya le gusta las malteadas.

Midoriya AMA las malteadas de vainilla.

Por eso juró que su corazón se rompió en dos cuando, por culpa de Denki, su adorada malteada de vainilla había caído al piso sin darle oportunidad de darle siquiera un sorbo.

Una lagrimita lastimera bajó por su mejilla.

Sin darse cuenta, ya habían llegado al lugar secreto de la escuela, ese al que algunas parejitas iban a esconderse para darse besos en la oscuridad o tocarse en lugares no debidos.

Adolescentes hormonales, ya saben.

Lo que el pobre brócoli no entendía era por qué Kaminari lo había traído hasta allí.

—Tengo una pregunta importante. —

Casi como si leyera su mente, su cuestión fue respondida sin problemas.

—Sí, claro ¿qué se te ofrece, Kaminari-kun? —

—¿Te gusta alguien? —

La pregunta lo descolocó por un momento.

Es decir, sí, cualquiera que pasara el suficiente tiempo con él y sus amigos se daría cuenta de su clara relación de no novios con Ochako. Vamos, que esos dos no disimulaban en lo absoluto sus sonrojos ni sus nerviosas caricias cuando se sentaban al lado del otro.

Si estuviera en la comodidad de su cuarto hubiera suspirado enamorado, pero ahora tenía la mirada expectante de su compañero de clase -quien no conocía el espacio personal-.

—Yo -tartamudeó mientras escondía su rostro entre sus manos —No... quiero decir ¡sí! O sea, me agrada una persona, no una persona cualquiera, eslachicamáslindaquehevistoysusojosbri... —

El rubio lo miró como si le hubiera salido una tercera cabeza, cuando empezaba a murmurar le sacaba de quicio.

—¡Midoriya! ¡Atento aquí! -le tomó de los cachetes para hacer que le tomara completa atención. —¿Te gusta alguien, sí o no? —

—¡Sí! —

Al árbol de navidad se le volvieron a subir los colores, sorprendido por su propia convicción.

Mientras, el Pikachu rezaba por su alma.

—Oh Dios... -se lamentó en voz baja. —¿Es Todoroki verdad? Katchan te va a matar. —

¿Shoto-kun? ¿Kacchan? ¿Gustar?

¿Eh?

—¡¿EH?! —

Se separó por completo del eléctrico, mientras este empezaba con la persignación y un Ave María en nombre del noble Izuku Midoriya, amado hijo, compañero, estudiante y brócoli.

»¡Kaminari-kun, creo que te estás confundiendo! -con eso sus rezos hicieron una pausa y abrió sus ojos consternado. —Quien me gusta no es Shoto-kun. —

—¿Aaaah? No seas cara dura, si hasta le dices por su nombre ahora. —

Y Denki comenzó a pensar en si conocía un abogado que baje los años de cárcel a su amigo.

—¡Es por que somos mejores amigos! -su grito sorprendió al contrario. Izuku suspiró para seguir con su explicación. —Hace un par de días quedamos en llamarnos por nuestros nombres, es solo eso. A mí me gusta Ochako-chan. —

—Oh. —

¡CLARO, ERA OBVIO!

Midoriya era un chico muy, pero muy, heterosexual. Es verdad que tenía algunas actitudes un poco... delicadas para un hombre, pero nunca lo había visto ponerse nervioso o enrojecer frente a un varón como lo hacía con Uraraka, o como lo hizo con Melissa y Mei en su momento —esto último sabiéndolo por que Uravity había estado rabiando la noche de chicas por esa misma razón—.
Incluso, podía ver sin problemas a sus compañeros cuando estaban desnudos, no como cierta bomba que se mostraba exhibicionista pero siempre mantenía su mirada alzada o con los ojos cerrados para disimular un poco.

Sí, sin duda esta idea había sido tonta.

Pero entonces...

—¿Le gustas a Todoroki, no? —

—¡¿EHHHHHHH?! —

Diría que no es relleno, pero toda la historia es relleno puro y duro

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Diría que no es relleno, pero toda la historia es relleno puro y duro.

Sigue teniendo menos que Naruto, bueh.

GAY [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora