—Buenas noticias, los dementores atraparon a Lestrange antes de que pudiera poner un pie en las afueras del castillo —dijo Hermione mientras llegaba y dejaba el periódico en la mesa.
—Es un gran alivio...— dije, los demás asientieron concordando.
Hoy me encontraba algo desanimada, toda la mañana no pude nisiquiera abrazar a Scamander pues Hufflepuf y Slytherin tenían una excursión en las afueras del castillo, Ravenclaw estará mañana con Gryffindor. Son los contras de estar en diferentes casas...
El solo imaginarlo cerca de Lestrange me hace querer vomitar de los celos...
—Chicos, ¿qué hay planeado para esta navidad? —preguntó Harry.
—Mamá nos comunicó en una carta que la cena sería esta vez en la casa Black —respondió Ron.
—¿Seremos las familias de siempre? —pregunté, dejando caer mi cabeza en la mesa.
—Si, ¿porqué? ¿Quieres llevar a Scamander como tu novio? —se burló Fred, ganándose un golpe en la pierna por mi parte.
—Ojalá.
Mis amigos me miraron divertidos y continuaron almorzando.
Al terminar de comer cada quien salió en direcciones diferentes del comedor, yo por mi parte me dirigía a Ravenclaw para ir empacando mis cosas.
Al girar por uno de los pasillos me topé con una hermosa sonrisa que había extrañado durante toda la mañana.
—¡Scamander! —le llamé, él estaba con sus amigos de Hufflepuf, al verme sus mejillas tomaron un pequeño sonrojo.
Caminé rápidamente a él y sin importarme que sus amigos nos vieran, le di un fuerte abrazo.
—Te extrañé —dije, él no tardó en rodearme con sus brazos.
—Y-yo i-igual...
Podía escuchar las burlas de los Hufflepuf pero por ahora eso no importaba.
—Con que ella es la chica de la cual nos hablaste, Newt. —aquello me hizo separarme un poco de él para ver al grupo de chicos.
—¿Les habla sobre mi? —pregunté, tratando de disimular mi felicidad.
—Todo el tiempo —respondió uno de ellos —de su boca no sale otra cosa que no sea "______ es tan bella" —dijo tratando de imitar la voz de Newt.
—"______ tiene una sonrisa taaan linda" —siguió otro, fingiendo desmayarse en los brazos de su compañero.
—C-callense —dijo Scamander entre dientes, sus amigos se rieron mientras él estaba rojo de la vergüenza.
—No tienes porque avergonzarte, Scamander. —acerqué un poco su rostro al mío tomandolo por el cuello.
—Por Merlín, estoy muy solo —exclamó dramáticamente uno de los Hufflepuf —incluso Scamander siendo tan tímido ya tiene novia ¿y yo? Nisiquiera porque soy el prefecto consigo a una chica.
Sus amigos palmearon su espalda en forma de consuelo mientras se despedían de nosotros y se iban por el pasillo.
—L-lo siento, ellos son... así... —dijo sin apartar su mirada de la mía.
—Descuida, no hay porqué disculparse. —dejé un beso en su mejilla y me separé de él.
Estaba realmente feliz, Scamander no había negado a sus amigos cuando me llamaron su novia.
—Emh, ¿y-ya almorzaste? —asentí.
—Vengo del comedor, ¿y tú, almorzaste durante excursión? —negó —en ese caso, vamos a que comas algo.
Lo tomé de la mano y juntos caminamos hacia el gran comedor.
[ . . . ]
—¿En dónde pasarás navidad? —pregunté, yo estaba sentada en su cama y Newt empacando su ropa.
—Aún no lo sé... la mayoría de las veces me quedo aquí, en el castillo. —se alza levemente de hombros.
—¿Enserió? —pregunté sorprendida, él asintió —Y... ¿se puede saber el motivo por el cuál no te quedarás esta vez?
Le miré una pequeña sonrisa en el rostro.
—Mh, no estarás aquí así que supongo que... me aburriré.
Solté una pequeña risa y me puse de pié para abrazarlo por la espalda.
—Ow, el pequeño Scamander va a extrañarme.
—Si, lo haría. —acarició mis manos que estaban posadas en su pecho.
¿Y esta nueva sensación ...?
Era como una tensión, mi respiración empezaba a ser irregular y mi estómago daba vueltas.
Me miró por encima del hombro y fué lo necesario para que me volviera loca.
—Mjm —aclaré mi garganta y me separé de él —E-entoces, yo... estaba pensado, b-bueno- —me interrumpió.
—______... ¿estás tartamudeando? —preguntó con una sonrisita, dándose la vuelta para verme.
Había una expresión divertida en su rostro, se estaba burlando de mi.
—¿Eh? ¡No! Digo, si pero es que... —suspiré —olvídalo, no era nada importante.
Sentía mis mejillas arder de vergüenza, odiaba la forma en la que Newt me hacía sentir tan nerviosa.
Pero... también amaba esa sensación.
—¿Segura que no quieres decírmelo? —volvió a darme la espalda.
—Mh, si, segura... —me senté en su cama.
—No te escuchas segura.
—Ah, era una tontería, nada importante, lo prometo —intenté asegurar.
—Bien, no es necesario que lo digas —se dió la vuelta y lo miré confundida —Si, ______, me gustaría pasar navidad contigo, bueno, acompañarte.
—¿Cómo...? ¡De seguro Fred fué de hablador! ¿Cierto? —pregunté sorprendida y lista para ir a golpear al Weasley.
—No, he estado practicando la legeremancia. —respondió con bastante tranquilidad, dejando un libro en su maleta que se encotraba a mi lado.
Ay no...
—Supongo que es mi turno de aprender Oclumancia. —dije, él me miró con una sonrisa.
—No es necesario, prometo no entrar de nuevo en tus pensamientos.
—Bien, espero cumplas tu promesa, es vergonzoso.
Solo asintió con una sonrisa.
