CAPÍTULO 1

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Todo hubiera sido más fácil si él nunca hubiera aparecido en mi vida.

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Cómo cualquier día normal en la vida de t/n, se levantaba e iba a asearse antes de ir a su puesto de trabajo. Un puesto de trabajo que le había costado sudor y lágrimas y es que ser periodista es algo bastante complicado, al ser una de las carreras más optadas de su país, pero gracias a todo el esfuerzo que le puso, pudo lograr estar en el puesto en el que estaba, que nada más y nada menos que era en los mejores intermediarios del país.

Estabas orgullosa de lo que habías conseguido con tan solo tus 20 años de edad.

Gracias al trabajo que tenías, habías podido tener tu propio piso en el centro de la ciudad; un piso bastante lujoso, minimalista y de última construcción.

Aquel edificio era uno de los más caros, y no todo el mundo podía optar a conseguir una vivienda en un lugar como aquel. Por lo que, todos los que había en el edificio os conocíais; había médicos, enfermeras, maestros, periodistas y CEOs. Era un edificio que constaba con simplemente seis plantas y en cada planta solo había dos viviendas.

Vivías en la cuarta planta y al parecer tus vecinos de al lado, quienes eran unos importantes médicos, tuvieron que mudarse a otro país por temas de trabajo, por lo que estuviste durante un largo periodo de tiempo sin tener a nadie más que a ti misma en tu planta.

Mientras te bañabas en tu gran bañera de color blanca, repasabas lo que te tocaba hoy.

— Así que de nuevo me toca investigar sobre aquel asesino. — Dijiste mientras terminabas de ducharte y te liabas en la toalla color miel que había al lado de la bañera.

Te miraste al espejo y poco después te pusiste tu ropa, que constaba de unos pantalones vaqueros negros y una camiseta de manga corta blanca junta con unos tenis negros, te hiciste una cola alta, pusiste un poco de brillo en tus labios, un poco de rímel y saliste de la habitación, convencida de comerte el mundo.

Pero una voz a tus espaldas te hizo girarte hacia la voz, que bien conocidas.

— T/N, ¿ya te vas? ¿No podrías quedarte un poco más en la cama? — Con su voz grave mañanera me hizo sonreír, se veía adorable.

— Por desgracia si, tengo un importante trabajo que hacer hoy. Pero te prometo que te compensaré. — Le sonreiste mientras observabas como se levantaba de la cama, sólo con sus boxer negros.

— Bien bien, entonces nos veremos pronto, yo iré a mi empresa a hacer unos papeles. — Dijo mientras se colocaba una camisa blanca de botones y se ataba una corbata naranja.

— Está bien, ya sabes dónde están las cosas, Ace. — Lo miraste mientras se ponía la ropa.

Te encantaba ver cómo la ropa le encajaba a la perfección en su fornido y esculpido cuerpo.

Era un vecino que vivía justo encima tuya. Soliais tener algunos encuentros esporádicos, que solo quedaban en eso, en encuentros. Era una manera de salir de vuestra vida solo por una noche. Siempre era igual, nada de preguntas sobre el otro, ni de sentimientos, aquello era perfecto para ti.

— No sigas mirándome de esa manera o tendré que retenerte toda la mañana. — Sonrió burlón mientras se abrochaba el cinturón de su pantalón de traje negro.

Al escucharlo saliste de tus pensamientos y soltaste una carcajada para luego irte hacia la cocina.

— Ya te gustaría. — Dijiste divertida mientras cogías cualquier cosa para comerte por el camino y salias de tu piso para poner rumbo hacia tu puesto de trabajo.

La Verdad Tras La MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora