Alexander Pushkin 1829 Versión de Rubén Flórez Arcila

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Yo la amé,
y ese amor tal vez,
está en mi alma todavía, quema mi pecho.
Pero confundirla más, no quiero.
Que no le traiga pena este amor mío.
Yo la amé. Sin esperanza, con locura.
Sin voz, por los celos consumido;
la amé, sin engaño, con ternura,
tanto, que ojalá lo quiera Dios,
y que otro, amor le tenga como el mío.

Elogió a los ojos que persigue mi alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora