"Help Me"

Él...

Sentí un fuerte dolor de cabeza, intenté abrir los ojos pero fue imposible, estaba muy cansada.

Sentí como tomaban mi mano.

"Ella esta bien?" preguntó una voz muy familiar.

"Si, pero me preocupa un poco su salud" esa voz la reconocí, era Celeste.

"Qué tiene?" volvió a decir el chico a mi derecha.

"Por lo que se, y también por lo que veo, está por entrar en un crítico grado de ¿anemia? es lo que más se acerca a los estudios"

La mano que sostenía la mía se tenso ante esa respuesta.

"Pero, va a estar bien no? "su voz sonaba muy angustiada, porque?

"No lo sé, no depende de mi, sino de ella" dijo Celeste con un tono triste.

Intenté abrir los ojos pero era imposible, quería saber quien era este chico tan dulce que desperdiciaba su tiempo preocupándose por una persona tan repugnante como yo.

Hice un último intento y logré abrir los ojos, pero los volví a cerrar por la luz que me cegaba, parpadee para acostumbrarme y poder ver mas con claridad. Estaba en la enfermería, de nuevo, gire mi cabeza hacia la derecha y me encontré con un chico que se tapaba la cara con una mano sobre sus ojos.

Toque su mano suavemente y me encontré con con esos ojos que me hacían temblar.

Jorge.

"Danna, estás bien?" dijo enderezándose y mirándome con ojos preocupantes.

"Me... me duele la... cabeza" se me dificultaba hablar. Intenté sentarme pero un fuerte mareo y unas horribles ganas de vomitar hicieron que me recostara y tomara mi cabeza y mi estómago.

"Vomitar" logre articular, rápidamente Jorge fue en busca de un tacho, me lo dio. El mareo volvió y también las ganas de vomitar, coloque el tacho cerca de mi para cuando llegara el momento, estaba algo incomoda, ya que estaba acostada, e intenté sentarme con la ayuda de Jorge.

Al momento de hacerlo, tomé rápidamente el tacho y expulse lo que había en mi estómago.

Jorge tomó mi cabello y lo movió hacia atrás mientras que con su otra mano acariciaba mi espalda.

"Tranquila, tranquila" susurraba. "Todo va a estar bien" quería creer tanto en esas palabras.

"Gracias" le dije ya estando mas tranquila. El me sonrió. Amaba su sonrisa, lograba tranquilizarme, darme paz.

Luego de unos minutos silenciosos entró Celeste con una bandeja con comida.

"Esto es para ti" dijo dejándolo en la pequeña mesa junto a la camilla.

"Yo... no tengo hambre" dije mirando hacia mis manos.

"Danna, sabes lo que te pasó?" dijo Celeste mientras se sentaba junto a mi. Lo sabía, pero no quería escucharlo, no cuando estaba Jorge.

Permanecí callada.

"Te desmayaste" dijo "Hace cuanto no comes Danna?" rápidamente alcé la mirada hacia Jorge, este sólo mantenía su mirada hacia abajo, luego la dirigí hacia Celeste.

"Ayer... lo hice... pero, creo que me cayó mal..." mentí, no había comido nada aparte de unas solas manzanas.

Celeste me miro negando con su cabeza.

"Entiendes lo malo que es esto Danna?" bajé mi mirada, no tenía el valor para mirarla. Pero ella no sabía como me sentía, , ella no sabía nada de mi.

"Debo irme" logre decir, mire la hora del reloj de mi muñeca 12:56, mi papá debe de estar armando sus maletas.

"No" dijo firme Celeste.

"No te iras hasta que te termines tu comida, luego de eso puedes irte." Me estaba obligando a comer, yo no quería. Sentí un fuerte nudo en mi garganta al mirar lo que me había traído, una ensalada de papas, junto con un jugo de manzana y lo que parecía ser carne, con algo mas. No, definitivamente no me iba a comer eso.

Negué rapidamente con mi cabeza.

"Danna, me preocupo por ti, yo sólo quiero que estés bien, podrías por lo menos comer la ensalada?" la tristeza en sus ojos me hizo bajar la mirada, asentí.

Celeste me había cuidado tanto durante todos estos años, creo que se lo debo.

Lleve el tenedor hacia mi boca deleitándome con el sabor.

Termine mi ensalada, tome mi jugo lo lleve hacia mi boca. Delicioso.

Comencé a sentirme mejor, ya no estaba tan cansada.

No me había dado cuanta de que Jorge me miraba entre enternecido, algo triste y preocupado.

El se había convertido en alguien bastante importante para mi estas últimas 2 semanas. Pero no podía confiarme de el, no podría volver a aguantar el dolor si esto que hace por mi es sólo algún juego de Luke, o de algunos de sus amigos.

Pero al mismo tiempo algo me decía que, estando junto a el, todo iba a mejorar.

Que todo iba a estar bien...

Holaaa, perdónenme por no actualizar en un largo tiempo, había olvidado la contraseña de la cuenta pero ya pude recuperarla, trataré de subir capítulo diario así que esperen uno mañana.