ESTANDO A TU LADO | (Yuta x Inumaki) Re-publicación

1- Presión

No recuerdo cuando fue la primera vez que sentí esto en frente de Toge, y no es que sea un pervertido, al contrario, jamás había sentido la necesidad de querer estar con alguien antes, así que cuando aquello se volvió tan cotidiano para mí, creí que debía ir a un doctor, decirle que me estaba volviendo demente y que me encierre por el resto de mi vida.

Al final, decidí eliminar esa opción  y escogí alejarme de mi sempai por un tiempo, eso levantaría menos sospechas que pedir unos días a la institución para dirigirme a un psiquiátrico.

Sin embargo, ayer me encontré con Inumaki, y aquel momento tenso y caliente, me demostró que no sirvió de nada apartarme de mi compañero por más tiempo de lo usual.

Fue de noche, a mediados de las doce de la madrugada, no había nadie en los pasillos, y sin tomarle atención a la persona que podría salir de aquella habitación que necesitaba, saque mi teléfono del bolsillo izquierdo de mi pantalón, reposando mi sudoroso cuerpo cerca de la puerta luego de una cansada práctica que tuve junto a Maki.

Pasaron al menos unos diez minutos cuando escuché que la manija de la puerta se estaba moviendo por dentro.
Me dispuse a guardar mi celular pero ver cara a cara a Inumaki con el rostro descubierto, salir de ese cuarto con una simple bata blanca que apenas y rozaba sus rodillas, su piel y cabellos húmedos, sus mejillas un poco rojizas por el baño caliente que había tomado, todo eso más la sonrisa que me dirigió. Mandó mi alma al cielo y explotó igual que un fuego artificial.

¿Cómo no sentirse atraído por alguien tan sensual?

No dije absolutamente nada, mis labios se congelaron, como si hubiera visto a una deidad, un ángel, ese sentimiento que se apoderaba dentro de mí y que aceleraba mi respiración, se multiplicó por mil cuando Toge se acercó a una máquina expendedora que estaba en el mismo pasillo.
Al darme la espalda, pude notar que la bata le quedaba más corta por detrás, maldita sea, podía ver sus perfectos glúteos desde mi punto si la necesidad de moverme tanto.

Al agarrar la bebida que salió por la parte baja de la máquina, se agachó un poco haciendo notar aún más sus nalgas redondas y sus piernas delgadas y atléticas.

Fue el mejor paisaje que tuve en mi vida, no tuve otra opción que tomarle una foto a aquella última acción de Toge antes de marcharse.
Luego de aquello, entré a la habitación que usó este mismo hace unos segundos con suma rapidez.
La foto no era de su parte baja, simplemente era él retomando su caminar pero de solo verlo en la pantalla de mi celular me calentaba.

Estrellé mi espalda contra la puerta con el pensamiento en mi cabeza de: ¿Qué habría sucedido si en ese momento Toge hubiese volteado a verme?

¿Hubiera sido el fin? ¿Toge me habría dado un golpe por andar tomándole fotos sin su permiso y más estando semidesnudo?

Es probable que ya estaría con una denuncia por acoso y con miles de reproches por parte de Maki.

–Debo dejar de hacer esto...– Bufé y bajé la mirada por la aparición repentina de mi miembro que aún se encontraba por debajo de mis prendas. Estaba totalmente contraído, mi cuerpo iba ardiendo más con el paso de los segundos y poco a poco comencé a sudar y suspirar. Aunque tratara de no pensar en eso, no pude quitarme aquella magnifica estructura de mi cabeza.

Sin preámbulos, ayer fue una noche bastante larga para mí.

.

Hoy en la mañana, decidí que debería cambiar mi estrategia para dejar de sentir atracción por Inumaki.
Hace poco había regresado de mi viaje como un descanso dentro de las instalaciones por las misiones de este mes, y no quería que mis problemas afecten el tiempo limitado que tengo con mis amigos hasta que deba volver a irme.

Caminé por los pasillos hasta llegar al salón de práctica donde ejercitaba junto con mis compañeros de segundo año, giré el mango de la puerta dándome ánimos para comenzar un gran día, y entré mostrando una sonrisa al que podría estar ya adentro esperando a los demás.

–Ho..Hola Inumaki– Saludé al notar que el bajito se encontraba estirando en el suelo.

¡¿Por qué debía estar sólo él?!

Maldita sea, tengo la peor suerte en estas cosas.

Toge me correspondió el saludo levantando su mano y después volvió a la acción que estaba haciendo. Se veía tan lindo con buzo deportivo oscuro. Aún era bastante temprano, de seguro los faltantes se demorarían en llegar al menos una hora o más. Suspiré algo molesto y me puse a calentar con las esperanzas de distraerme por lo sucedido de anoche.

Estuve tan concentrado en no voltear hacia el más pálido, que no me percaté que este mismo se había acercado a mí sin hacer algún ruido. Recién noté su cercanía cuando el mencionado me hizo caer al suelo de espalda, dejando un pequeño dolor en esa zona.

–Pero qué..– Me quedé petrificado, no pude realizar otra acción a parte que mirar sorprendido a Toge subirse encima mío, lentamente mientras se acomodaba sobre mi abdomen bajo, casi sobre mi miembro que no demoró en endurecerse.

¡¿Qué carajos está pasando?! ¡¿Por qué él estaba haciendo esto?!

–To..Toge... ¿Qué estás tratan..– No pude seguir hablando porque Toge comenzó a frotar su glúteos cubiertos de un lado a otro sobre mi zona intima, estremeciendo cada parte de mi cuerpo. No quería, me rehusaba a sentir esta clase de satisfacción por él.

Yo antes apenas le daba afecto por lo temeroso que siempre he sido en mostrar mis emociones...
¡¿Y ahora él estaba haciéndome esto?!

¿Acaso tanto se notaba lo atraído que estaba por él?

–Detente... Deja de hacer eso– Le ordené tratando de no soltar algún gemido o sonido extraño mientras quería zafarme de su agarre. El de discurso maldito ignoró mis palabras y se quitó la mascarilla que cubría la mitad de su rostro.

No quería hacerle daño, no quiero lastimarlo, este sentimiento es más grande que una simple calentura.

Siento que él se está forzando a hacer esto para que el ambiente deje de ser incómodo por mi maldita culpa.

Pero si recién me doy cuenta de estos sentimientos...
¿Por qué desde siempre me fue difícil acercarme a Toge?

–Inumaki... Espera un momento– Esta vez lo dije con tono serio y lo aparté tratando que no cayera bruscamente al suelo. –Sabes... Esto se tornó bastante raro, ¿no crees? Creo que primero debemos aclarar si en realidad pensamos lo mismo uno del otro–. Dije con mi mirada en el suelo– T..Tú... ¿Estás dispuesto a..a salir conmigo?– Tragué saliva tras preguntarle aquello y volver a levantar mi vista hacia él– No quiero que te sientas obligado a hacer algo solo porque..–

Sin que termine mi oración, sentí los cálidos labios del chico en los míos, su lengua se movió dentro de mi boca a un ritmo lento mientras sus brazos se aferraban a mi cuello.

Sin soltar sus extremidades, el pequeño sólo dejó de besarme para después decir un simple "Shake" por la pregunta que le hice.

Fue tan adorable al decirlo que no tuve más opción que abrazarlo y apachurrar su delicado cuerpo con el mío.

Estaba tan feliz por saber al fin lo que Toge sentía por mí.

Espero que les guste la historia ♥️ :)

(Esta es su segunda vez en  publicación)