Único.

1.7K 131 32
                                    

Luego de lo que fue una enorme y placentera cogida, el tipo de cabellos negros despertada en plena noche, al ver su teléfono se vio cuenta que era como más de medio noche, a su lado estada su pareja. Zenitsu lo estada abrazando dejando su cabeza cerca de su pecho y con la otra mano lo rodea por el hombro.

Sin medir mucho, el de cabellos negros ignora a su novio y se levanta, buscando vestirse y irse de vuelta su casa, luego de un buen polvo que era lo que único que necesitada y por eso busco a Zenitsu.

- Kaigaku... - Fue lo mencionado por su pareja, estaba susurrando cosas dormido, llamando la atención del mayor que se había puesto los pantalones. Acercándose a su pareja y sentándose a un lado de la cama para verlo de frente, mirando detenidamente analizando las cosas.

"No entiendo porque él te quiere, yo ya te hubiera dejado" En una versión rápida y sin tantos detalles, eso fue lo que dijo uno de sus amigos haciéndose el buen samaritano. La relación del peli negro con el rubio era... Bueno... Kaigaku solo lo buscada para tener sexo la mayor parte del tiempo.

Nunca faltada el recrimino ante ese tipo de relación. Siendo claros solo era Akaza el resto casi no le decía nada.

Pensaba que no lo quería, se lo recriminaban bastante otros lo ignoraban. Kaigaku termino pasando su mano por los cabellos rubios del joven, provocando un escalofrió en su cuerpo revolviéndose en la cama como si un gato se tratara.

- ¿Lo amo realmente...? - pensó en voz alta, no encontrada el recuerdo donde se termino enamorando del coreano como tal, solo el recuerdo del día que lo hizo suyo luego de estar expuestos los 2 a una enorme lluvia. Parándose para detallar al rubio mientras tratada de recordar sobre su relación.

"Ahhh... Fue una apuesta" - Dijo en su mente al momento de hacer Click y que Douma le dijera que era capaz de hacerlo cambiar de opinión. Ósea, con Zenitsu siempre fue frio, distante, hasta muy agresivo por momento, no importa que pasara. Era su tipo de relación desde los 10, cuando se conocieron, pues al peli negro le fastidiada su actitud tan llorona y debilucha, la apuesta era enamorarlo, y no desaprovecho para cogérselo apenas empezaron.

"Dejame mostrarte que te amo de la mejor que tengo, y que de verdad me arrepiento" Que lo dijo.

El sexo y las palabras estando seguidas no son absolutamente nada en palabras de cualquiera. Si, aja. Muchos tienen una imagen de un acto de amor, pero en el corazón de Kaigaku eso no existía, por lo menos para Zenitsu. En ese momento no sentía nada por él, solo eran eso; Palabras vacías para conmover el corazón de un chico indefenso. Un chico que fácil de enamorar, en unos 2 meses ya lo tenía entre sus manos empezando a sentir como su corazón latía de tranquilidad a su lado, pero para Kaigaku fueron 3 meses para tenerlo con la cabeza entre sus piernas.

- ¿Por qué sigo aquí? - De repente se encontró con esa pregunta, pues de esa apuesta ya va casi más de un año. Su mente solo busco recordar como se le pudo olvidar algo como eso, el no lo quería, le daba solo lastima, quería solo cogérselo y dejarlo. O eso quería creer.

En ese momento fue incapaz de irse, sintiendo un deje de remordimiento. No muy grande, pero existía, y era del tamaño suficiente para lograr que no se vaya y lo deje solo.

- Kai... - Susurro Zenitsu, sonriendo entre sueños.

- Pequeño pervertido... - Parecía estar soñando algo sucio, y eso podía notarlo. Ahora que se daba cuenta no era la primera vez que lo hacía. El rubio era complaciente en ese sentido, pues rara vez se negada a algo.

Puede que por eso se quedara a su lado, en ese momento tenían 16 y 18, ya casi Zenitsu cumple los 18 años y el los 20. Quería probar sexo y Zenitsu no puso peros.

- "¡¿Pero porque coño me siento así?!" - ¿Se enamoro? Se negada a creer eso, no podía de verdad haberse enamorado de ese mocoso. Si estada bien que lo quería y siempre le aceptada cosas que pidiera o que querían juntos. - De verdad me quiere... - Casi grito para sus adentros. Rindiéndose y sentándose a un lado de la cama detallando el rostro de niño que parecía haberse caído más de una vez de pequeño. (O eso era lo que pensada Kai) - ¿Qué amarre me hiciste... ?

Enserio lo amo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora