Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles, pero si especiales, como Daniel diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansando. A veces Daniel y Johnny pensaban que no podían más, pero luego veían sus hijos reírse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.
Para el año siguiente que Samantha y Robby llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios. Johnny eligió mercadotecnia, porque me ayudaría a tener un buen puesto en la empresa de su tío -donde actualmente trabaja-, y también le gustaba. Daniel decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. Daniel trabaja como cajero en una estética, una de las mejores en California, así que la paga era buena.
Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Daniel está sentando en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Robby y Samantha. La niña sólo tiene sus calzones puestos y Robby un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Johnny estaba en el patio trasero haciendo algo que Daniel desconocía.
"Papi" Samantha habla desde el suelo, limpiándose con su blusa que está tirada a su lado. "Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?"
"Mmmh, si, lo hacen" Daniel frunce su ceño. "¿Por?"
"Es que... quiero que me pinten mi mechón"
"¿Por qué, corazón?" Abre sus brazos y su hija corre a ellos. "Tú tienes un cabello muy bonito y tu mechón pelirrojo lo hace más lindo"
"Pero ni papá ni tú lo tienen. Tampoco Robby"
"Tampoco nadie tiene los ojos como Robby, ¿o sí?"
"No, creo que no" niega. "¿Eso qué tiene que ver?"
"Significa que ustedes son especiales, amor"
"¿Eso es bueno?" Su nariz, pringada con unas cuántas pecas, se arruga.
"Mucho más que bueno" le besa la cabeza.
"¡Robby, Samantha!" Johnny grita desde afuera.
Los dos niños atienden al llamado de su padre, corriendo con sonrisas en sus rostros.
"¡Una piscina!" Samantha abre la boca y Robby chilla.
"¡Siiii!" El más pequeño aplaude con sus pegajosas manos.
"¿De dónde la sacaste?"
"La robé" se ríe, viendo la cara de sus hijos.
Es una piscina inflable y pequeña, sólo para que ellos dos jugasen ahí. Daniel sale, sonriendo de ver a sus pequeños felices.
"Mira, papi. Papá nos consiguió una piscina" Samantha dice, entrando.
"¡Y la robó!" Ahora Robby entra.
"Ah, ¿sí?" Alza una ceja hacia el alfa. "¿Para mí no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?"
"Poco a poco"
Daniel se acerca al más alto, besando su mandíbula.
Es verano y están de vacaciones en la Universidad, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua sería esto y los niños parecían felices.
"¿Qué haremos para el cumpleaños de Robby?" El omega se abraza al alfa, enrollando sus brazos a su torso.
"Podemos decirle a Bobby que traiga a los gemelos y ya"
Daniel asiente.
"Samantha me preguntó si podía pintarse el cabello"
"¿Para qué?, tiene 4 años"
"Dijo que, porque nadie lo tenía así, o sea, ninguno de nosotros"
"¿Qué le dijiste?" Besa la cabeza de Daniel, mirando a los niños salpicarse el agua y reírse.
"Que tampoco Robby tenía los ojos como los demás y que eso los hacía especiales" se separa de Johnny, mirándole a los ojos. "¿Algún día le diremos?"
"Ya veremos, Dany" besa sus labios y pronto escucha la risa de Robby y Samantha, burlándose de ellos.
Johnny los moja con la manguera, haciendo que griten por el agua helada.
"¡Papi, ayúdanos!" El niño grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.
"¡Johnny, deja a mis bebés en paz!" Daniel grita y el rubio también lo moja.
"¡Perdiste también!" Samantha grita, riéndose junto a Robby.
[.]
"¿Has sabido algo de Dutch y Jimmy?" El omega le pregunta al más alto, secando el cabello de su hija, después de haberla bañado junto a Robby.
"Creo que se fueron de vacaciones" él está ayudando a su hijo a ponerse la pijama.
"¿Nosotros vamos de vacaciones?" la rubia se pone sola su bata.
"No creo, amor. Papá y yo tenemos trabajo" Daniel la arropa con la sábana hasta la barbilla, por último, besa su frente.
Johnny sube a Robby a la cuna, al parecer pronto dejará de usarla. Ahora Daniel va con su hijo y le besa la frente y Johnny hace lo mismo con Samantha.
"¡Buenas noches, bebés!" El pelinegro dice desde la puerta, apagando las luces.
"Buenas noches, papi" contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.
Daniel comienza a caminar a su habitación, cuando Johnny lo toma por la cintura y lo carga.
"Es hora de que los papis" se burla "se diviertan ahora"
Johnny besa los labios del más bajo rudamente, haciéndolo jadear de sorpresa. Daniel pone sus brazos en el cuello del alfa.
"Diviértete solito"
"No seas pesado" se aleja, con el ceño fruncido.
"Oh, tú no seas pesado" se ríe, trayéndolo de vuelta sobre él. "Ven aquí, y ámame, cariño"
"Ya lo hago"
Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.
"Mi alfa" Daniel jadea, siendo desvestido del torso.
"Mi omega" Johnny dice, mordisqueando la marca del pelinegro.
Fin.
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Ven aquí y ámame (LawRusso) [Adaptación] Omegaverse
FanfictionA sus 19 años, Daniel debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Dan...