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Muchos podrían llegar a considerar a JungKook como el típico chico Playboy, salía con muchos, pero a la vez con nadie, tenía muchos detrás de él, pero él ni siquiera los tomaba en cuenta, no llamaba su atención y aunque sonara cruel, solo los llegaba a usar.

Amado por muchos, odiado por pocos, así eran las cosas con Jeon JungKook, muchos que lo habían conocido en su etapa de preescolar y se habían encontrado de nuevo con él en la universidad, no podían creer que hubiera cambiado tanto, lo recordaban como a un niño tierno, lleno de amor por entregar, tan alegre y lleno de energía, ahora era todo lo contrario.

Muchos anhelaban poder si quiera hablar con él, tenían que hacer algo que realmente sorprendiera a JungKook y así poder llamar su atención, en cambio, nadie lo lograba, o más bien, a JungKook ya nada le asombraba.

Nadie lo conocía realmente, solo se fijaban en su aspecto y lo bien que lucía siempre, algunas chicas habían sido tan afortunadas de poder acostarse con él, en cambio no llegaban a nada más que eso, una noche de sexo y nada más, al día siguiente JungKook ni siquiera las recordaba.

Muchos al final se daban por vencidos, se daban cuenta que no podían sobrepasar a Jeon, no podían llenar su atención, en cambio había algunos que seguían insistiendo.

—Vaya, Jeon tiene a toda la escuela a sus pies, incluso dicen que probablemente se acuesta con la directora, por eso saca buenas notas.

—Vamos Chanyeol, no creo que Jeon llegué a ese punto, tal vez si es un buen estudiante. –Chanyeol se encongio de hombros, tal vez su amigo tenía razón.

—Park... Te tengo una apuesta, una grande.

JiMin se giró a verlo, ambos amaban retarse uno al otro, era un pequeño pasatiempo que tenían.

—Habla. –JiMin sonrió mientras se cruzaba de brazos en espera de que su amigo hablara.

—Conquista a JungKook y tendrás lo que quieras, si no lo logras, tu harás lo que yo te diga.

—Estás bromeando, ¿No? –Chanyeol negó y se recargo en el auto, aquel que le encantaba a JiMin.

—es más que serio, piénsalo, si lo logras, tendrás mi auto.

–¿Y si no lo logro?

—Harás todo lo que yo quiera por un año.

JiMin pareció pensarlo, generalmente siempre aceptaba a la primera. Desvío la mirada, justo cuando JungKook pasaba frente a ellos, ignorando los por completo, mentiría si dijera que no odiaba a JungKook, siempre con su ego tan alto, un niño mimado ante los ojos de JiMin.

—¿En cuanto tiempo tengo que hacerlo? –Chanyeol sonrió, sabía que su amigo aceptaría, siempre aceptaba.

—Medio año, estoy siendo considerado Park.

—Gracias por tu consideración. –ambos comenzaron a reír, aquella apuesta había sido aceptada por ambos, JiMin quería tener ese Hyundai, ¿Que tan difícil podría ser conseguirlo?

 –ambos comenzaron a reír, aquella apuesta había sido aceptada por ambos, JiMin quería tener ese Hyundai, ¿Que tan difícil podría ser conseguirlo?

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Apuesta | JiKook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora