Se sentía tan egoísta y culpable en esos momentos. Pensar que tal vez tendrían ese momento juntos y que al terminar todo él confesaria su gran amor hacia ella. En su mente ya pasaba el día en que la sostendría entre sus brazos y nunca la dejaría ir de su lado.
La cuestión, ella se fue de su lado.
Las lágrimas caían en su rostro, pequeños sollozos se escuchaban de su boca mirando el cuerpo frío y lleno de heridas de la única mujer que amó.
- Towa~sama - trata de llamarla en un susurro.
Aún tenía las esperanzas, ella despertaría e iba a decirle que lo amaba y tendrían su final feliz ¿Cierto?
¿Verdad que estarían juntos?
¿Y formarían su propia familia?
¿También que él la llevaría a viajar por todo el mundo?
¿Verdad que harán eso?
¿Enserio lo harán?
- tú no puedes dejarme - la abraza hacía si mismo - ¡NO PUEDES!
Sostenía su cuerpo, pero ¿Por qué no se movía? se suponía que ella siempre estaba llena de vida y justo en estos momentos la joven y hermosa chica le estaría sonriendo.
- eres una mentirosa - sostiene su mejilla - me prometiste que estaríamos juntos.
No lo iba a aceptar, ella aún no se iba. Cierto colmillo sagrado aun podía salvarla, se ríe internamente. No, no podía salvarla, colmillo sagrado nunca salva a su portador.
Que injusta es la vida.
- Riku - un joven pelinegro se acerca a el llamándolo en voz baja - dejala.
- ella aún está bien - lo ve enfadado - Towa...
- ella ya está muerta - Moroha lo ve con lágrimas - ¡ACÉPTALO DE UNA VEZ! ¡¿CREES QUE NO ME DUELE?!
Y por unos segundo voltea a ver a la familia de su princesa, era más que obvio quienes sufrían por la joven peliplata.
Tanto Rin como Setsuna no podían ocultar su dolor, la primera solo lloraba y se desahogaba. Era lógico, una madre que apenas había conocido a su hija después de 14 años de no verla y que ahora estaba muerta, no era algo que aceptar. Sin mencionar a Setsuna que solo apartaba la mirada pero en su rostro el dolor era más que obvio. Había perdido a su única hermana, y tal vez, siendo egoístas, jamás la volvería a ver.
- por favor Riku - pone su mano en el hombro de él - acéptalo, a todos nos duele esto pero ya no hay anda que puedas hacer.
- no me digas tonterías Hisui - ve los ojos cerrados de la joven - se que está durmiendo, pronto va a despertar.
Sesshomaru solo voltea a ver hacia dónde está su hija para después cerrar lo ojos. Era más que obvio que ella no dormía, pero cuánto desearía que las palabras de ese pelirrojo fueran ciertas.
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Yo estaré ahí princesa (Ritowa)
FanfictionEntonces, ¿Ellos podrían tener su final feliz? Derechos de la imagen en la portada y separador: Verkyzen.