ℙℝ𝕆𝕃𝕆𝔾𝕆

908 68 16
                                    

Miraba a lo lejos como los niños se divertían en el patio de la escuela; algunos saltaban la cuerda y otros jugaban junto con sus nuevos amigos en los juegos.

Era el primer día de clases para los de su grupo, así que no tenía a nadie con quien hablar en el receso pues desde la mañana no se había atrevido a entablar una conversación. Solo estaba ella sola sentada en una de las bancas del patio de juegos.

Miró como una pelota rebotaba hasta su lugar lo que provocó que un pequeño niño tuviera que ir por ella

—Ho-hola —intentó hablarle, pero este al recuperar su pelota regresa con su grupo de amigos

Dejando a una niña desanimada por la manera en la que fue ignorada. Guardo su almuerzo sin ganas de seguir comiendo y solo se dedicó a mirar a sus compañeros jugar.

Hasta que sintió como alguien tiraba de su comida

—¡Oye! ¿Qué te pasa...

—Silencio, estoy viendo que trajiste para comer —respondió aquel pequeño bravucón

La Niña enojada, bajo de su asiento para intentar arrebatarle su almuerzo, sin éxito, pues este era unos años más grande que ella.

—¿Solo un emparedado? ¡¿Que?! ¿acaso tu mamá no puede comprarte algo mejor?

—Cállate y dámelo —respondió la pequeña de 6 años empujándolo

—Oblígame pulga —reto levantando su comida para que La Niña no pudiera alcanzarlo

—¡Voy a decirle a la maestra! —gritó intentando recuperar su comida

—Vod a decidle a da madesdra —arremedo burlándose de ella

La pequeña desesperada estuvo a punto de gritarle una vez más hasta que un objeto pesado impacto sobre la nuca del niño más grande.

—¡Pero que... —gritó volteando con furia hacia la persona que se había atrevido a golpearlo

—Suéltala —ordenó sosteniendo otra piedra lista para lanzársela

—Pequeño bastarda estás muerta —contestó tirando al suelo a la pequeña T/n para caminar hasta la pelirroja

Sin embargo no dio ni el primer paso cuando La Niña en suelo golpeó con fuerza su tobillo lo que lo hizo caer, lo que desorientó al mayor por un momentos antes de fijar su vista en la pequeña que lo avía derribado, esta dio un suspiro asustada por lo que el mayor le podría hacer a su alcance, más este ya no tuvo oportunidad de reaccionar cuando un monitor de rocas impactaron contra el de nuevo, dándole la oportunidad a la pequeña de levantarse del suelo para no ser golpeada por alguna de las piedras o por el bravucón.

—Ya no pareces tan valiente —rio la pelirroja acercando al de mayor altura para patearlo— ¡lárgate! —gritó asustando al mayor que se levantó como pudo del suelo para salir llorando

—¡Voy a decirle a la mamá! —amenazo mientras corría lejos de ellas

—Gracias

—No te hagas ilusiones, no quería ayudarte a ti, ese Niño molesto a uno de mis amigos a la hora de entrar a clases, solo lo estaba vengando

—Oye yo te ayude, él pudo haberte destrozado si yo no lo hubiera derribado —exclamó apuntándola como el dedo

—Hubiera podido con él sin tu ayuda —respondió apoyando sus manos en su cintura

La pequeña bufó molesta y levantó su almuerzo el cual se encontraba completamente aplastado

—Pues gracias de todos modos —dijo entregándole su almuerzo a la pelirroja para alejarse de ella

Traumas del paso🔞 (𝒫𝒾𝒸ℴ 𝓍 ℛℯ𝒶𝒹ℯ𝓇) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora