Cenizas del ayer

capítulo 9

Sabía conducir de la ciudad hasta el pueblo pero no me atrevía a conducir por las calles de la ciudad, eran muchos caminos que aprender.

Era extraño estar aquí después de meses sin pisar el lugar, como era de esperarse las cosas no cambiaban, el pueblo era el único que no podía cambiar, los árboles seguían transmitiendo la misma tranquilidad hipnotizante cuando el viento los hacía bailar, transmitiendome de esa paz, aunque también eran los mismos árboles que en algunos momento no quería volver a ver. Luego de todo lo que ocurrió tenía que tomar un descanso, un reflexivo descanso y no pude venir a este lugar, no me daba paz en aquel momento, por eso opté por alejarme en otro sitio con recuerdos en blanco para cambiar mi mente.

Ahora, eso ya no era un problema.

Al bajar del auto fue casi imposible que las personas no me vieran con sorpresa, como si hubiesen visto a un fantasma pero ya no me importaba, tal vez la antigua Elizabeth hubiera agachado la mirada y haber salido con pena pero eso no lo haría la nueva, por mucho tiempo deje de hacer lo que quería solo por "el que diran" ahora yo actúo y ellos pueden hablar, de todas maneras, tenemos un tiempo limitado y no lo desperdiciaría dándole el gusto a su filosa y nada educada lengua..

-¿Mamá? —Me adentro 

-¿Elizabeth?, estoy en la sala

-Ya te encontré —Sonrio

-¿cómo estas? —Viene a abrazarme.

-Muy bien mamá, no te preocupes, ¿tu que tal?

-Estoy bien

-¿El abuelo?

-Estaba dormido la última vez que lo vi

-Ouh

-¿segura que estás bien?

-¿por que no lo estaría?

-Hija una de las desventajas de estar en la mira es que no tienes privacidad pero a la vez es mi ventaja de saber que ocurre ..

-Mamá —Le advierto

-Quiero saber cómo estás, respecto a todo

Suspiro cansada

-Te dije que ese tema estaba cerrado, no hay más de lo que podamos hablar

-Como quieres que no lo menciones, nunca hablamos de ellos, seis meses pasaron desde la ultima vez que te vi Elizabeth y déjame decirte que no estoy de acuerdo con eso

-Sabes que no podía estar aquí

-¿ni con tu madre?

-Jamas dejarías el tema, como ahora

-Es distinto, puede que tu lo hayas olvidado pero las personas siguen murmurando

-¿te sorprende?

-Hablo enserio elizabeth, esto no es cualquier cosa..

-No le hagas caso y ya

-Que fácil, ¿no?.

-Le das mucha importancia, ignoralos, no es difícil.

Suspira cansada.

-¿Y el profesor?, que hay de él

-Que hay de él, lo conoces

-Como está Elizabeth —Rueda los ojos

-Ah, bien, trabajando en la universidad —Me encojo de hombros

-¿Y..él?.

-Él quien

-..¿No se a acercado?

Desvio la mirada frustrada