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Estaba besando mi cuello, mientras mis manos recorrían la espalda del ser más radiante de este miserable vida, mientras Yibo se encargaba de desvestirnos.

Es unos pocos minutos, ya estábamos haciendo el amor.

Yo le pedía más... Mucho más.

Porque nunca va a ser suficiente de Yibo en mi...

Primeras Horas De La Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora