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En la iglesia de un pueblo remoto del norte de España, un joven chico llamado Ernesto, es el hijo del dueño del santuario, donde comienza a adentrarse por los caminos del señor como costumbre familiar trasmitido de padre a hijo desde que el lugar está construido hace siglos.

 Una iglesia con poca luz, teniendo que ser iluminada por varias bombillas colocadas en los pocos pilares de madera que sujetan el techo, hecho de ladrillos al igual que las paredes, recubiertos con yeso y madera tachonada decorándola a la vez algunos dibujos bíblicos.  La estructura se divide en tres partes, las cuales dejan la central sin ningún asiento habiendo solo una alargada estera de color rojo, que conduce hasta el altar, no muy amplio con varios utensilios antiguos haciéndose la misa ahí , teniendo de fondo un cristo crucificado mirando hacia arriba siendo iluminado su rostro.

Ernesto, de 12 años,  se encuentra limpiando el polvo del altar como una de sus rutinas diarias junto a mantener los objetos de valor en buen estado y pulcros, perdido en sus pensamientos puesto que ha ingresado recientemente en la educación secundaría y al ser introvertido, no logra acomodarse a su nuevo entorno y a congeniar con sus compañeros de clase. Sin pasar apenas unos minutos, su padre, Alfonso, entra por una de las puertas traseras preparado con su habito colocado para atraer los creyentes con las campanas y comenzar la misa de las 20:00.

- Ve a cambiarte rápido - indica el padre mientras las campanas retumban por todo el lugar y el joven, disciplinado entra por la puerta por donde salió su padre y se coloca su túnica blanca al mismo tiempo que escucha las voces de la gente llegar y sentarse poco a poco hasta llenar el sitio. 

Durante la ceremonia, Ernesto se percató que muchos de sus compañeros de clase de encuentran en el lugar por lo que mantenido al margen a un lado del altar haciendo el gesto de rezar, dirige su mirada hacia ellos tratando de saludarlos siendo este no correspondido, haciendo esto que en su rostro se note algo de tristeza y soledad. Una vez acabado el rito, el sacerdote despide a los creyentes de manera cordial y alegre desde el portón  de entrada y salida, hasta que todos se marchan y lo cierra por completo dejando solo abierto una puerta de tamaño normal de acceso incrustada en el portón por la que el padre y el hijo salen una vez cambiados, apagando las luces del lugar y dirigiéndose a su casa, la cual comparte pared con la iglesia.

Una vez que llegan y cenan algo de pan con embutido cada uno va a su dormitorio, quedando en la planta superior del hogar, accesible mediante una escalera algo estrecha y de madera con un solo foco de luz alumbrando  llegando a poder tropezar con facilidad. Ya en la planta superior solo hay tres habitaciones, la del padre , la del hijo y un cuarto de baño común, entrando cada uno en su respectivo aposento. El cubículo del retoño no consta con muchas cosas tan solo con una cama, un escritorio y un crucifijo sobre la cama.

Ernesto se pone su pijama y se tira sobre la cama, aún afectado por lo sucedido anteriormente con sus compañeros, sin embargo deja de darle importancia y junto a un bostezo se cobija con una manta, quedando dormido casi al instante, desapareciendo todos los problemas. No obstante, la mañana llega rápido y el placido estado de descanso desaparece para volver a la dura realidad, el valle de lagrimas que debemos soportar para ser recompensados en el más allá al ser una buena persona, algo que sin duda es él, un joven cariñoso y amable además de obediente.

Desde su entrada en la secundaría, todas sus mañanas son solitarias. Debe preparar su desayuno, hacer la cama y vestirse con la ropa humilde con la que disponen. A continuación,  se reúne con su vecino y único amigo del lugar, Adrián, cuyo padre es un antiguo conocido de su familia. Ambos estuvieron juntos desde pequeños, recibiendo la familia clériga algo de ayuda de la madre del chico, puesto que la suya propia murió durante el parto por complicaciones. Los chicos emprenden el camino hacia la escuela, no muy lejos, a unos 10 minutos andando, por calles algo estrechas adosadas con piedra irregular.

- Anoche no pudimos ir a la misa - Adrián comparte mirando hacia adelante mientras da patadas a pequeñas piedritas - Mi madre enfermó y está en cama - 

A lo que preocupado sigue hacia adelante sin poder llegar a expresar la pena que le causa haber escuchado eso, por lo que simplemente sale una mueca seguido de un silencio incomodo hasta llegar a su destino, una estructura de aspecto algo antigua y sencilla, pintada de color blanco con una única entrada hecha con una verja de corredera verde de metal , que lleva a la entrada principal, donde los estudiantes hablan entre si y fuman cigarrillos antes de entrar en clase. YA dentro del recinto, los amigos se separan ya que cayeron en diferentes clases. - Nos vemos luego - Ernesto despide a Adrián con una sonrisa en su rostro y se dirige a su clase, donde al entrar hay un silencio incomodo posándose las miradas en él hasta que toma asiento, tras ello todo vuelve a la normalidad y al bullicio típico de las conversaciones en voz alta. 

Los días transcurren y no parece que en su clase la situación vaya a mejor, al contrario, en el momento donde aparece Ernesto, risas burlonas se pueden oír. No obstante, esto no le afecta puesto que el cree que es un buen chico y un buen cristiano por lo que tener a su único amigo verdadero, Adrián, es más que suficiente . Hasta que un momento, en el que de la nada todo da un giro y la rutina que seguía durante todo este tiempo, se rompe. La persona con la que más tiempo pasaba, de repente deja de recogerlo para ir a la escuela, confundido decide ir solo para descubrir que su amigo inseparable con el que había vivido cosas durante años, ahora a los 16 de repente empieza a juntarse con los mismos chicos que lo han sometido a un acoso continuo y cada vez más agresivo. Por lo que asqueado y furioso va hacia ellos, a lo que comienzan a apartarse de él diciendo - Aquí viene El Maricón - entre carcajadas se ríen pasando por su lado e incluso llegando a escupirle en el pelo - Normal que no tenga madre, a todos los religiosos les gustan los hombres - ( Esto se debe a la mala fama de la iglesia católica donde se les conocía como homosexuales a los ojos de las personas normales)  . Impotente, deja caer su mochila y sale del lugar corriendo con lagrimas brotando de sus ojos dirigiéndose hacia la iglesia, la cual está completamente vacía ya que no se le da uso hasta la tarde-noche. Una vez en el lugar, solo la luz de las ventana alumbra el interior sobre todo en dirección del altar. Dando unos pasos dentro de la iglesia rompe en llanto y sobre la alfombra se retorcija desamparado por tremenda injusticia y traición. Después de un rato de llanto, levanta la mirada y contempla la figura de Jesucristo crucificado '' Sabias que te iban a traicionar pero aún así no mostraste dolor sino compasión '' En un momento fugaz, por su cabeza pasa la idea del antiguo testamento donde Moisés es traicionado y furioso junto a el castigo divino que fulmina toda la población incrédula.

 Al pasar por su cabeza todo su conocimiento sobre la religión, recuerda  que en el antiguo testamento, Dios era un padre cruel que castiga a los humanos por sus pecados, fue en el nuevo testamento donde el perdón se enseña gracias a Jesucristo, algo inconcebible para ''Nuestro Padre'' Tras el razonamiento las lagrimas dejan de brotar y mirando el rostro de Jesús encuentra la verdadera esencia de la obra, el desconsuelo de un hijo al que su padre no ayuda por portarse en contra de sus deseos. En ese preciso instante la tristeza se vuelve motivación y odio, cambiando algo dentro del joven amable, brillando sus ojos verdes en la oscuridad, trasmitiendo la misma sensación que alguien que busca la justicia pasando por juez y verdugo                  

 En ese preciso instante la tristeza se vuelve motivación y odio, cambiando algo dentro del joven amable, brillando sus ojos verdes en la oscuridad, trasmitiendo la misma sensación que alguien que busca la justicia pasando por juez y verdugo      ...

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2021 ⏰

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