tres.

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El miércoles había llegado, pero Jungkook ya no estaba tan seguro de lo que iba a hacer, parecía que todo el coraje que había reunido se había esfumado en cuatro segundos. Por alguna extraña razón le pidió al director la dirección de Park y cuando le dijo el motivo este no dudó en dársela. Director idiota, cualquiera podría decir eso y hacer otra cosa que no sea llevar una serenata al pobre chico.

#MásCuidadoDonDire.

Todo empeoró cuando vio que el castaño había salido junto a sus amigos. Lo peor era que no sabía si irían a la casa de Jimin, Yoongi Nayeon o Seokjin. Era un show.

Caminó sin prisa alguna por los pasillos hasta llegar a la entrada del estacionamiento de la escuela en donde sus amigos se encontraban con muecas de irritación y molestia, más que nada Chae.

-Una sola razón para no atropellar tu culo plano, una sola, Jeon Jungkook. -gruñó Chaeyoung.

-Tranquila, fiera. Primero que nada, mi culo no es plano, solo que es menos voluptuoso, pero de qué tengo, tengo. Y es redondito. Y segundo le fui a pedir la dirección de Jimin al director que me hizo explicarle el porqué, al final me la dio. Pero al chile está bien pendejo porque si alguien más le pregunta y dice que le llevará una serenata también, pero no lo hace y hace otra cosa, el vato pone en peligro a Jimin o a cualquier otra persona. -comentó con ojos grandes e irritación. -Además de que Jimin se fue con sus amigos hace rato y no sé a qué casa vayan. -terminó con un pucherito.

-Pues vamos a la casa de Jimin, sino ahí vemos que onda. Ándale, súbete el carro que si tardas un minutos más te voy a cobrar. -ordenó subiendo en el lado del conductor.

-Que cabrona, por eso no la quieren. -murmuró antes de entrar al auto.

-¿Y cuál es la dirección? Dime de una vez porque sino te parto la jeta. -sonrió pestañeando hacía el más alto.

-Pinche loca, es en... Que te lo lea Taehyung, a mí mae caes mal. -refunfuñó entregando la dirección a su amigo.

-¡Ush, bien! Taehyung, deja de pelar con Hoseok y dame la dirección. -gruñó dando un zape a su amigo.

-¡Auch, imbécil, más cuidado! -se quejó ante el escozor en su nuca.

Pinche Chaeyoung, tiene la mano bien dura la culera.

Comenzó a dictar la dirección de Park a su amiga quién pedía a Hoseok que le echara aguas por si venía un carro mientras trataba de sacar el suyo del estacionamiento escolar.

-Eh, güey, ¿Estás segura de que sabes para donde vas? -la voz de Jungkook se hizo presente unos segundos después de haber salido del estacionamiento.

-¿No ves que Taehyung le acaba de leer la dirección, pendejo? Además que muy apenas salimos del estacionamiento, no chingues, Jungkook. -pidió incrédulo.

-Ay bueno, yo solo preguntaba. -murmuró haciéndose para atrás en su asiento.

-No empieces a hacer un pancho, Jeon. -esta vez fue Taehyung quién habló. -Sino te regresamos para tu casa.

-Aish. -rodó los ojos.

En silencio no tan silencioso con música de Belinda, Ha*Ash y Los Ángeles Azules el cuarteto de amigos se dirigió a la plaza del Mariachi, en dónde se encontraba la familia de Taehyung en su negocio familiar, listos para ayudarlos.

Cuando llegaron tuvieron que esperar hasta ponerse de acuerdo en que canciones tocarían para el castaño de mejillas rechonchas y ojos felinos.

Iba a ser un día largo.

serenata ⋆ kookmin 𖥻mini auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora