¿Quién de los dos? Delta x Drum x Lui (PAUSADA)

Episodio cuatro

Ambos nos escondimos rápido. Sin embargo, debido al olor que había era difícil ocultarnos, un beta sería lo mejor que nos pudiera pasar. Mire a Drum quien estaba totalmente sonrojado, sin embargo, a pesar del placer que sentía en ese momento sus nervios por ser descubierto hacían que su mirada se deformar en una mueca de placer y preocupación—. Este chico puede ser divertido —pensé mientras comenzaba a moverme lentamente.

Lo tenía contra la pared del baño, sus piernas estaban enroscadas en mi cintura y mi pene continuaba dentro de él. Los lentos estímulos que le daba a su entrada hicieron qué reaccionara de una forma más caliente. Sentí su agujero latir y sacar líquido que minaba mi miembro el cual, latía con fuerza y parecía hacerce más grande dentro de él. Era perfecto su interior, apretaba lo justo y mi pene cabía como si fuera hecho a su medida.

Con cada metida Drum tapaba su boca contenido sus gemidos, su cara estaba sonrojada y de entre sus dedos escurría saliva lo cual lo hacía ver más sexi de lo que era. Sus ojos con pequeñas lágrimas saliendo parecían reflejar la lujuria misma. Metía y sacaba una y otra vez mi pene de su entrada aumento cada vez más la velocidad. Él arqueaba sus espalda. Lamí el lóbulo de su oído mordiendo con gentileza. Chupe su cuello y le susurré al oído— quiero escuchar más de ti —el solo suspiraba gadeante por el placer dado.

—De..dete..detente —logro articular mientras mordía su labio inferior, lo bese metiendo mi lengua en su garganta, jugamos un poco y después nos separamos por falta de aire dejando un hilo de saliva entre ambos que yo rompí lamiendo sus labios— por.. favor.

Seguía rogando que lo soltara, aumente el ritmo haciendo que se agarrara fuerte de mis hombros, araño con fuerza dejando marcas de sus uñas en mí.

—Veo que te gusta lo rudo —sonreí con picardía mientras lamía su pezón derecho el cual estaba erecto.

La llave del lava manos se escuchó cerrarse y cuando la puerta se cerró empuje mi pene en lo más profundo del chico rubio corriéndome en un instante, él, sin aguantar más soltó un gemido sonoro que si la campana no hubiera sonado en ese momento lo hubieran escuchando en el pasillo.

Lo baje con cuidado pero lo pegue a la pared nuevamente, está vez agarré su cintura con fuerza y lo bese con pasión hasta hacer que resbalara y cayera al suelo, él me correspondió aunque sabía que todo había sido causa de las feromonas— nos vemos cariño —le susurré y salí del lugar, agarre su ropa que se encontraba colgada sobre la puerta y la puse sobre sus piernas. Me fui rápido para llegar a clases.

• Drum •

Lui salió rápido sin siquiera verme a los ojos, es más, juraría que quiso evitar el contacto visual conmigo. Si no hubiera sido por las malditas feromonas yo no hubiera caído ante él, a veces odiaba ser un omega y en esta ocasión, solo podía repudiar mi vida como omega. Yo no quería hacerlo con él, sin embargo, un alfa dominante como Lui solo es de los que toman algo y se van, sentí que traicionaba a Delta con esto. Pero no pude evitarlo, no hice nada para evitarlo. Mi cuerpo se calentó en seguida y mentiría si dijera que no lo disfruté, sin embargo, no es como yo quería hacerlo, no con él... yo, no quería.

Seque mis lágrimas que en algún momento habían empezado a salir, mi cuerpo me dolía y me costó levantarme, no tenía ánimos para entrar a clases de nuevo. Espere a que los pasillos estuvieran despejados y fue a reportarme enfermo a la enfermería, de ahí me fue a mi dormitorio donde me encerré el resto de la tarde. Solo podía pensar en sus beso, los besos que Delta me dio con amor eran distintos a los de Lui, él parecía tan entregado a la pasión que sus besos no decían más que el deseo sexual que tenía en ese momento.

Recordé las caricias de Delta sobre mi cuerpo, empecé a fantasear con ser tocado nuevamente por él. Me acurruque en una almohada y la frote sobre mis testículos, mi pene se levantó tan solo de recordar la forma en la que Delta me penetraba, recordar su lengua sobre mi piel me hacía estremecer. Comencé a tocarme y tan pronto como imaginé su aroma me corrí en mi mano.

—Tks.

Me enoje conmigo. No me reconocía, yo no era así... Entonces, ¿Por qué ahora yo....?

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Continuará.