❛ blue eyes, blonde hair.┊͙ 𝙗𝙖𝙟𝙞𝙛𝙪𝙮𝙪.

零zero.

Sus manos tiemblan como gelatina cubiertas debajo de las mangas.

Los cambios siempre son aterradores, e incluso si trata con todas sus fuerzas ocultarlo, su labio inferior forma un apenas perceptible mohín.

Apenas, porque el azabache caminando a su lado lo ve con claridad.

──Tienes que calmarte, Chifuyu.

──... estoy calmado, Baji'san ──no suena convincente. Su nervioso tono de voz le delata.

──Sabes que puedo leerte como a un libro abierto ──suspira Baji, sintiendo que se le pasaba la impaciencia al ver a su amigo de esa forma──..., en serio, nada malo va a pasar. Sólo es el primer día.

Sí, pero mi primer día de escuela real fue horrible.

El rubio forma una línea con sus labios, sin saber qué responderle.

Ambos caminan a la preparatoria y sí, ya habían aprobado tercero de secundaria. Los meses pasan volando, ninguno tuvo tiempo de procesarlo, quizá porque tuvieron unas buenas vacaciones. Las horas siempre parecen minutos cuando te diviertes, entonces fue el caso de Keisuke y Chifuyu.

Amigos de la infancia, nunca más volvieron a separarse desde que se conocieron en una difícil circunstancia a los siete años, siendo compatibles desde el primer momento en el que se dirigieron la palabra.

Mientras que Baji era revoltoso, enérgico y hablador, Matsuno contrastaba como una persona tranquila y más silenciosa /tal vez arisca/ que, claramente, seguía a la otra en sus juegos y bromas. Eran dos niños totalmente diferentes, sin embargo se trataba de ese mismo motivo el que los llevó a agradarse tanto.

──¿Crees que estará todo bien..? ──le pregunta, levantando el mentón para dirigirle por primera vez la mirada en todo el camino.

──Claro que sí ──Baji, seguro de sus palabras, le sonríe enseñando sus característicos colmillos; una sonrisa que, con éxito, da confianza a Chifuyu──. Lo harás bien, ¡no debes dudar de eso!

Realmente está haciendo lo posible por tragarse sus palabras y digerir el significado de éstas, porque las inseguridades van ganando y su miedo a ser rechazado otra vez crece.

──¿Y si—..?

──¡No! No quiero escuchar pesimismo. Nada de situaciones hipotéticas improbables ──interrumpe el pelinegro, levantando su dedo índice──... siempre lo haces. Es lo que te tiene tan nervioso, Chifuyu.

──... no son improbables ──murmura el rubio.

──Bien, tengo que admitir que las posibilidades nunca son cero, pero te calientas mucho la cabeza y eso te perjudica ──admite Baji, rodando los ojos. Su sonrisa no tarda en volver a aparecer──. Sabes que si alguien te dice algo soy capaz de molerlo a golpes.