En defensa a mi clienta, víctima del lazo voluntario que se había establecido entre ella y su victimario, entrego las evidencias en las cuales en culpable ha accionado atentando contra la Ley.
Los derechos patrimoniales de la víctima fueron ignorados. No hubo justicia que le haya garantizado su derecho a la propiedad privada. Se habían adueñado de su cuerpo. Ella misma, aunque por voluntad propia, lo había rendido al acusado. Su piel se erizaba cada vez que sus manos rozaban su superficie. Su mente se sosegaba únicamente cuando sus brazos la rodeaban.
Con respecto a sus derechos civiles, la libertad le fue arrebatada. No era digna siquiera de su autocontrol. El criminal, con sus acciones, sus distancias, su modo de acercarse, su mirada cautivante y sus tácticas de manipulación, lograban desequilibrar cada uno de sus sentidos, desacomodando todos sus pensamientos.
Padeció la extorsión de su derecho difuso, representativo del derecho a un medio ambiente sano. El ambiente conformado por la unión del culpable y la damnificada se tornaba cada instante más moribundo. La habitación liberaba fertilizantes químicos perjudiciales para su salud mental. Su camino, en condiciones deplorables, estaba repleto de pantanos que obstaculizaban el avance. Que la absorbían. Que le imposibilitaban el paso más allá de sus desesperantes intentos de continuar.
Y el estrecho vínculo que sostenía su relación, por el que ella se deslizaba en el borde del precipicio para evitar la ruptura... se soltó desde el otro lado.
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El culpable
Mystery / ThrillerElla fue víctima de una muerte en vida, sin necesidad de presentarse un asesinato. Él, un criminal, aún sin ser un asesino.