—YOONGI—
Él hace lo que pido tan bellamente que tengo que cerrar las rodillas para evitar caer al suelo.
Nunca pensé en lo inocente e intacto que realmente era hasta que se convirtió en mi dios del sexo. Ahora él se toca a sí mismo y quiere explorar y depende de mí guiarlo. Mi obsesión posesiva con él es diferente a todo lo que alguna vez haya sentido y he estado haciendo esto mal.
Me he estado conteniendo cuando necesitaba darle todo. Él tiene razón, y por mucho que odie admitir que podría haberlo lastimado al no haberme dado todo de mí, lo hice. Si los papeles se invirtieran y él retuviera una parte de sí mismo, treparía por las paredes hasta que cediera. Me sorprende que me haya permitido hacerlo siempre, porque hubiera sido un monstruo exigente desde el primer día.
Sus labios carnosos y llenos están resbaladizos a medida que mi pene pasa a través de ellos y dentro de su cálida y húmeda boca. Él traga y su lengua presiona en la parte inferior de mi pene. Gruño a través de mis dientes apretados.
—Joder.—Mi agarre en su cabello se afloja y luego se aprieta nuevamente cuando golpeo la parte posterior de su garganta y él no vomita. Él respira a través de él y me retiro, frotando la punta sobre su boca.
—Más—, se queja, y vuelvo a meterme, semen sale de mi pene mientras voy.
—Mira lo bonito que eres. Piernas extendidas, polla dura y rosada, culo goteando y mojado. Esa boca sosa tuya rellena, finalmente obteniendo lo que quiere.
No sé cuánto tiempo duraré de esta manera mirándolo, así que intento controlarme. Cuando él gime y comienza a retorcerse, sé que en realidad no puedo dejar que él sienta dolor por mí.
Podría amenazarlo, solo para que él lo sienta, pero en el fondo, quiero darle lo que quiere.
Incluso si eso significa dejar ir el control.
Doy un paso atrás y mi pene se desliza fuera de su boca. Está respirando con dificultad y tiene los ojos muy abiertos, como si acabara de quitarle su juguete favorito.
—Ponte de pie— ordeno, y él hace instantáneamente lo que le pido. Me acuesto en el sofá y luego lo atraigo hacia mí. —Quiero que te sientas en mi cara mientras me chupas.
Se muerde el labio, pero veo la emoción en sus ojos. Él rebota en los dedos de sus pies por un segundo antes de subirse al sofá conmigo. Una vez que tengo su polla sobre mi boca, lo agarro de las caderas y lo atraigo hacia mí. Al mismo tiempo, él chupa mi polla en su boca. En esta posición, él puede usar sus manos y las siento en todas partes. Es el cielo y el infierno al mismo tiempo.
Tengo su lindo miembro rosado en mi boca y sus labios envueltos alrededor de mi polla.
Está caliente y sucio y él se menea encima de mí. Su culo redondo está en mi cara mientras sus caderas trabajan en mi boca.
—Te necesito—, dice antes de chuparme la polla de nuevo.
Gruño contra su culo mientras chupo su polla una última vez. Luego tomo sus caderas y lo tiro al sofá para que su culo esté en el aire y me pongo detrás de él. Pongo mi mano sobre su boca antes de empujar fuerte y profundamente.
Él grita,pero está amortiguado y acerqué mis labios a su oído.
—Es mejor que no dejes que nadie escuche ni pío. Eres mío, y nadie llega a escuchar cómo suenas cuando te follo, sino yo. Siempre.
Él empuja sus caderas hacia atrás para cumplir con mis embestidas y separa sus redondas y lindas nalgas para que pueda profundizar. Sé que me he estado conteniendo, pero él fue hecho para mí. Él fue hecho para llevarme tal como soy, incluso sin mi control. Estaba tan preocupado por hacerle daño que me mantuve separado de lo que podría ser la mejor parte de nosotros. Pero ahora veo lo bueno que puede ser en ambos sentidos, y no sé si puedo volver a la forma en que lo hice antes. Ahora que he probado lo bueno que puede ser, no puedo dejarlo.
Su culo me está apretando fuerte mientras empujo dentro y fuera. Es demasiado bueno y no duraré mucho más.
Muevo una mano de su cadera y la deslizo hacia su polla. Juego con su miembro y acerco mis labios a su oreja.
—Te gusta cuando estoy a cargo, y ambos lo sabemos. Pero quieres que te tome como el Alfa que soy, ¿verdad?.
Él asiente y gime en mi mano.
—Está bien. Está bien si te gusta. Eres mi chico bueno .—Su culo se aprieta con mis sucias palabras de alabanza y sé que no durará mucho más. —He terminado de intentar fingir que no soy un animal para ti. He terminado de forzarme a estar tranquilo cuando todo lo que quiero hacer es montarte en la superficie más cercana. Ya he terminado con la retención.
Le doy un beso en el cuello y su cuerpo se arquea contra mí antes de romperse. Su orgasmo pulsa directamente hacia su culo y él me ordeña. Lo abrazo fuertemente mientras ambos nos corremos, y evito desmayarme encima de él.
Cuando se ha exprimido el final de su orgasmo, me giro para que estemos acostados de lado en el sofá. Lo envuelvo en mis brazos y lo beso a lo largo de su hombro mientras él tararea satisfecho.
—¿Lo prometes?—, Dice, y le paso la nariz por el cuello.
—¿Prometo qué?
—No volver a hacer como eran las cosa. Dejar de tratar de controlar todo cuando se trata de mí.
Me levanto y lo miro a los ojos mientras le sonrío.
—No hay vuelta atrás contigo, JiMin. Lo intenté, y no funcionó. Has estado destruyendo mis paredes desde el primer día. Es hora de darme cuenta de que sabes lo que es mejor para nosotros.
—Me gusta el sonido de estar en lo cierto—, dice, y se ríe.
—Omega feliz, vida feliz—, le digo, y froto mi nariz contra la de él. —Te amo.
—Yo también te amo. Mi gran Alfa.
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LIBERAR A MI ALFA ||YOONMIN||
Short StoryYoonGi y JiMin son recién casados y todo en su vida es perfecto. Todo excepto una pequeña cosa. YoonGi ama a su esposo tanto que lo vuelve loco. Él es demasiado grande, demasiado fuerte, demasiado obsesionado con su esposo. Tanto que tiene que cont...