Tapitas de limón [Yoonseok Fem]

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BTS fem (Si no te gustaría leer algo así, entonces por favor siéntase libre de pasarse está historia, si de lo contrario le interesa leer algo de este tipo, eres bienvenid@)

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Desde luego Seok sabe que sus amigas tienes cuerpos hermosos, han estado viviendo juntas y comparten habitaciones, pero cuando a jimin se le ocurrió la maravillosa idea de ir a las aguas termales para relajarse después de haber realizado su gira por Europa, fue cuando seok noto cada una de las curvas de sus compañeras de banda. ¿En qué momento a Jungkook, la menor, le salieron más pechos que a ella? Seok mira cada cuerpo ajeno, las aguas le permiten ver los senos de las demás. Recorre los pechos con ojos sorprendidos al confirmar que todas tienen más senos que ella, por eso es que jimin siempre le decía lo espectacular que debe ser bailar sin tener dos pelotas estorbando; sinceramente seok nunca le había entendido hasta este preciso momento.

Sus orbes descendieron hasta sus pequeños pechos, se sintió un poco insegura al instante; no es que desconfié de sus amigas, es consciente del recíproco cariño que todas se tienen, solo que a veces las menores pueden ser un poco bromistas ¿y si hacen chistes del tamaño de sus senos? Como una respuesta automática se hundió un poco más en el agua, tapando con esta su desconfianza. Suspiró muy metida en su mundo como para notar la mirada de yoonji en ella.

Los días fueron pasando y la desconformidad y la vergüenza se volvieron más fuertes; cada vez que seok intenta sentirse bien con sus pechos, convenciéndose de que el tamaño no importa y de que está siendo una exagerada, entrará jungkook a su habitación compartida, justo como ahora. Con solo una toalla corta que deja caer en el piso tan rápido como cierra la puerta, la menor es lo suficientemente racional como para llevar las bragas puestas, aun así, tiene los pechos al aire libre, es como si el universo le dijera “lo quieres y no lo tendrás” tuerce sus ojos ofuscada por jungkook y a la vez no con ella. Se levanta de la cama, quitando el seguro y saliendo de allí tan rápido como puede.

De forma gruñona y con los humos un poco altos, se sienta en las tantas sillas frente a la encimera, jin está preparando el desayuno con ayuda de jimin y tae. Seok apoya su mandíbula en su puño mirando a la nada y recordando la vez que se cambió frente a su hermana mayor y esta, más pechos que ella, se burló de sus senos los cuales eran aún más planos en ese entonces. Claro que después su hermana se disculpó por lo dicho e incluso así recordarlo hace que todavía le duele un poco.

“seok ¿estás ahí?” la peli-naranja sale de sus pensamientos, observando el rostro preocupado de sus amigas. “¿sí?” está bastante perdida ahora que tiene la atención de todas en la cocina. Jimin se acerca, peinando los mechones de su flequillo “¿qué tienes unni?” la rubia se sienta a su lado, tomando asiento en la silla cercana. Seok toma una respiración, considerando seriamente que responder ¿debería decir la verdad? Algo como “odio no tener senos ¿¡y adivinen que!? Todas ustedes tienen” niega ante aquello, no puede decirlo. Entonces se acomoda un poco mejor en la silla moviendo su rostro hacia sus otras amigas justo cuando siente algo cálido en su rostro. Parpadea consternada ¿qué diablos?

“¡Tae, no la aplastes con tus pechos!” seok se aleja del abrazo de la castaña, notando que, por la diferencia de altura que la silla le ofrece, fue aplastada por los senos de tae. Observa los ojos preocupados de la castaña y egoístamente, de la manera en que más odia, Seok solo puede pensar en los pechos grandes que tiene enfrente. Mira a su costado, para únicamente notar que el de jimin es de igual tamaño, luego mira a jin y no hay diferencia. Incluso si realmente sus amigas no tienen las proporciones de igual circunferencia, no puede Percatarse, no cuando su enojo se ha transformado en pequeñas lágrimas que empañan sus ojos.

“Estoy bien, s-solo v-voy a tomar una ducha” se las arregla para desaparecer de la cocina sin ser perseguida hasta su habitación compartida. Coloca el seguro en la puerta y caminando con ojos nublados se adentra en el baño de su cuarto. Con su cuerpo desnudo metido en la bañera de mármol y sus manos rodeando sus piernas, se permite llorar sintiendo las lágrimas amargas bajar por su rostro fundiéndose entre toda la otra agua que cubre su cuerpo.