Me levanto, dolor de cabeza, quiero abrir los ojos, pero la luz impacta contra ellos, y me mareo. Me froto los ojos, parpadeo unas tres veces, y veo una pared blanca, me giro hacia la izquierda, y noto como la habitación es separada en dos, por una cortina verde menta. Giro la cabeza hacia la derecha, y examino como una mujer de mediana edad descansa sobre una silla, parece cansada, y tiene un semblante serio, cansado y preocupado. Enseguida noto que un líquido recorre por mis venas, y, efectivamente, hay enganchados a mis brazos unos tubos que conducen a una bolsa con suero, definitivamente estoy en un hospital. Quiero gritar, pero no puedo. Mi cabeza tiene miles de preguntas como: ¿Qué hago aquí?, ¿cuánto tiempo estuve en este sitio?...
Me levanto, me fallan las piernas, pero logro ponerme en pie, necesito ir al baño, quiero vomitar. Los hospitales me procucen náuseas ; el típico aroma a medicina, sufrimiento, miedo, muerte...
Un tropezón, dos, tres, pero con ayuda del pomo de la puerta, consigo no caer al suelo. Entrecierro la puerta y vomito en el suelo; no me da tiempo a llegar al váter. Me miro en el espejo y veo hasta cinco moratones en mi cara, tambien tengo un profundo corte en la mejilla cerca de el ojo derecho, y una venda cubre la mitad de mi cabeza.
-¡Auxilio!-. Grita alguien al otro lado de la habitación. Veo a través de una rendija de la puerta como pasan enfermeras a la habitación
-¿Qué ha pasado?-. Dice una de las enfermeras. Entoces una cara familiar se asoma por la puerta, y grita: " Está aquí ". siento un pinchazo en la cabeza, y caigo al suelo... Está todo oscuro, de nuevo
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N/A: Hola a todos! soy ann- lokiis, y esta es mi nueva novela jeje, ya tenía una anterior, pero demasiado aburrida.. *buu, fueraaa* vale okno. Ah weno
Adiós calvos/as de la vida
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Tears, Hailey Tears
RomancePuede que no os interese mi historia, a lo mejor tenéis tiempo para escucharla, pero igualmente os la voy a contar: Me llamo Hailey Tears y tengo quince años, pero esa no es la parte que importa. Él es Allen, él si que importa, o eso es lo que nos h...