1.- Infancia / Familia

826 111 5
                                    

1.- Infancia / Familia

Los primeros años de vida de Qi Rong fueron difíciles.

Claro que, vivir en medio de dos personas que terminaron por odiarse no es la más óptima de las situaciones para un niño que no pidió nacer. Con pocos años de edad Qi Rong entendió que su padre los odiaba porque este matrimonio con una princesa no había salido de la forma que él esperaba y ahora que su hijo había nacido no podría deshacerse de esta unión sin tener que deslindarse del pequeño duendecillo que iba a dejar atrás. Por su parte, su madre odiaba a su padre por haberle vendido un engaño elaborado para robar su atención y tal vez se odiaba a sí misma por haber sido tan crédula y caer en una trampa así; pero era indudable que amaba a su único hijo.

Después, cuando ella finalmente dejó al bueno para nada de su padre y volvió a casa, el cambio que experimentó Qi Rong fue de lo más brusco: pasó de ser golpeado por su padre a ser maltratado por el resto de la familia real que pululaba por ahí siendo su primo la única persona, además de su tía, que lo trataba bien.

Y luego su madre murió y su vida se volvió un tornado de idolatría ciega hacia el Príncipe Heredero para después ser una existencia condenada al resentimiento y la venganza más allá de la muerte, encontrando finalmente la redención en un pequeño niño que lo amó incondicionalmente.

Por otro lado, Lang QianQiu había tenido una infancia de lo más afortunada. Rodeado de personas que lo querían y lo adoraban, no tuvo que preocuparse realmente de nada: su padre lograba hacerse de un pequeño tiempo entre sus ocupaciones reales para estar con él, y su madre se tomaba el tiempo suficiente para jugar a su lado y asesorar sus lecciones. El joven príncipe no supo lo que era el peligro hasta que intentaron secuestrarlo y fue rescatado por el que sería su maestro. Del mismo modo, no sabría lo que era la tristeza hasta que vio morir a toda su familia salvándose solo por haber llegado tarde al banquete.

A lo largo de su extensa convivencia, Qi Rong y Lang QianQiu han compartido diversas anécdotas de sus respectivas infancias. El fantasma recordaría las canciones entonadas por su madre, mientras que el dios rememoraba los juegos que llevaba a cabo en aquel tiempo. Ambos se esmerarían en recordar solo los buenos momentos para relatarlos a su hijo, el niño que ambos criaron en común. 

Y ahora, cientos de años después, relatarían esas dulces memorias a la hija que pensaban tener en conjunto.

Buscando un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora