Al Héroe Que Siempre Quise Ser.

VII

Mi día no podía haber ido peor. Mañana es la graduación. Y hoy han llamado a mi madre. Le han comentado que aún no he tomado una decisión sobre mi futuro. Siento que la he decepcionado. Siempre nos hemos contado todo y hemos hablado sobre ello. Pero desde que estoy comenzando a... Bueno, desde que perdí mis ganas de ser un héroe no he hablado con ella. Cuando llegó a casa comemos sin hablar apenas, solamente de cosas puramente banales y voy directamente a mi cuarto a encerrarme hasta el día siguiente que he de ir a la escuela.

Esa rutina hoy cambió, debido a que ella y mi profesor han hablado. Yo no sabía nada ya que mientras yo estaba prestando atención en clase, ya que si soy un inútil en cuestiones de heroísmo al menos seguiré con mis buenas notas...
Al llegar a casa pensaba hacer lo mismo que las últimas semanas hasta que en mitad de nuestra comida mamá me miró a los ojos fijamente con esa expresión que jamás se me olvidará, esa misma que me dió cuando se disculpaba por yo no tener un don. Dios, me duele tanto verla así. Y es mi culpa, por preocuparla con mis tonterías.

—Hijo.... ¿Porque no me dijiste nada? —cuestionó mientras lágrimas comenzaban a caer por su rostro.— Sabía que algo te pasaba pero no quería molestarte con preguntas... Tu profesor me dijo que aún tenías esa idea de ir a la UA....

Ma— intente responder. Pero fuí interrumpido–

Izuku... Ya sabes que me preocupo mucho por tí... No quiero que te dañes... Y vas a conseguir lo contrario si vas a allí. Y... —quedó en silencio por unos segundos y mantuvo su mirada en mi, dudando de si debía seguir hablando o callarse, pero no lo hizo.— ...no tienes quirk hijo... Lo sé, es mi culpa. Y tú eres mi niño... Siempre lo serás, y siempre has admirado a All might y tuviste la esperanza de algún día convertirte en héroe. Incluso te compré cada libreta que me ibas pidiendo para escribir sobre los diferentes héroes sobre los que investigas... No debería haberlo hecho... Lo único que hice fué intentar ayudarte pero hice lo contrario... Ahora crees que puedes ser un héroe, y entrar a la UA... Una de las escuelas más prestigiosas, por no decir la que más sin tener un quirk. Hijo...— No podía escuchar lo que seguía. Quedé en shock. Ya lo sabía. Pero escucharlo de mi madre fue devastador, decepcionante, desesperanzador. ¿No se supone que las madres alientan a sus hijos a cumplir sus sueños? ¿Porque me está diciendo esto? ¿Tan inútil soy que no puedo hacer nada por la sociedad? ¿Porque mierda importan tanto los dones hoy en día? ¿Porque los héroes son como dioses para nosotros? Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy harto. Estoy....—

¡BASTA!—grité, llorando desconsoladamente. — ¡¡BASTA, BASTA, BASTA, BASTA, BASTA!! Ya... Lo sé... — dijé, cada vez más devastado. Y cuando me había dado cuenta había salido corriendo de la casa, sin siquiera llevar los zapatos puestos ni haber cambiado mi uniforme escolar.