Capítulo #8

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Imprevisto

¿Cómo estaba tan seguro  que aceptaría?

Ahora entendía su nerviosismo, entendía porque no parecía para nada asustado de que su hijo estuviera secuestrado.

Mire una vez más a mi alrededor, siendo consciente de todo lo que había hecho y no pude evitar sentirme fatal. Recogí el nardo de la manta y lo apreté contra mi pecho recibiendo su aroma dulce. Jamás tuve una flor favorita pero la que tenía en mis manos se había convertido en una especial.

No solo había estado como una marca en el amor de mis padres, si no también parecía convertirse en la mía. Ya no podía ver un nardo ahora sin no pensar en el anillo que parecía arder a fuego en mi mano. Con otro suspiro largo abrí mi blusa para buscar el collar de flor de cerezo que me había regalado hace un año y lo abrí su broche para colocarlo allí también.

Luego salí de la cueva, nadando en el agua fría hasta que la oscuridad de la noche me recibió. Posiblemente, Boruto ya se había ido más no espere que estuviera en la orilla esperandome.

—Pensé que te habias ido—Dije sentándome en una piedra cercana a la suya.

—No tendría porque dejarte sola...solo necesitaba un momento.

Asentí sin saber que decir pero al verlo tan distante fue imposible que no intentará acercarme para que sus ojos celestes me buscacen el la oscuridad.

—Yo...—comence pero para mí desconcierto, colocó un dedo en mis labios callandome.

—No tienes que explicarme nada, tampoco estoy molesto ni decepcionado. Te entiendo.

Sus palabras quizá tenía la intensión de aligerar la tensión del momento más no podía dejar de sentirme mal. Mis padres se había casado a los diecinueve y yo ya tenía dos años más. Si, bueno. Era otra época.

—¡Eres una molestia!

Refunfuñe frustrada conmigo misma en voz alta al no saber que decir ante lo que había sucedido y luego me ruborice cuando me di cuenta que lo había escuchado.

Lo estaba echando a perder y correría mucha suerte si no me mandaba a freír espárragos después de esto pero para mí absoluta sorpresa, Boruto perdió el aliento y luego comenzó a reír con fuerza.

—¿Por qué será que no me sorprende?

—No me refería a eso—Le respondí apenada.

—Aun que no lo creas me siento mejor, por lo menos aún me quieres—Puntualizo metiendo una de sus manos en el nacimiento de mi cabello para luego besarme.

¿Que demonios? Pensé para mí misma arrugando el ceño pero cuando iba a preguntar el porque de su conclusión, sus labios me distrajeron en cuestión de segundos. Eran calidos, deliciosos e irresistibles. Suspiré dándole espacio para que su lengua explorará mas pero entonces algo plateado brillo a la distancia y me separé de golpe.

—¡Sara...

Lo detuve poniéndome en pie y activando el Sharingan. No lo había podido imaginar.

—¿Que sucede?—pregunto levantándose de un salto y mirando en la misma dirección que mis ojos. —¿Que has visto?

—Algo brillante....plateado—me corregí luego pero ahora parecía haber desaparecido. Mi Sharingan tampoco indicaba nada extraño y por un momento creí haberlo imaginado.

—¿Estás segura?

Negué con la cabeza, quizá no era nada pero tenía un raro presentimiento como si nos estuvieran vigilando.

—Creo que es mejor que comencemos a caminar.

Boruto asintió pero no habíamos dado un paso cuando escuché como el aire era rasgado por un objeto pequeño y mi Sharingan también predijo su trayectoria haciendo que sacará un kunai de mi bolsa para intervenir en su trayectoria.

El objeto llegó en medio de la oscuridad pero inmediatamente cambio de dirección cuando tocó la hoja del kunai, ensartandose en la corteza de un árbol. Era una flecha con una cápsula en la punta.

—¡Ten cuidado es un dardo!—Le advertí a Boruto cuando un líquido amarillento goteo en la corteza.

¿Que se suponía que era eso?, ¿Veneno?

El sonido de otro objeto rasgando el aire me sobresalto y junto a este un segundo. Tenía un par de segundos antes que llegaran así que con una bola de fuego las hice  estallar en el aire al ser de vidrio. El líquido amarillento se expandió por el aire como si fueran fuegos artificiales y parte de esto aún les logro alcanzar porque pude escuchar en medio de la oscuridad un jadeo.

Entonces mi Sharingan los vio, una perfecta  firma de chacra a varios metros de mi, que además poseía un arco con el que lanzaba los dardos.

—¡Muestrate!—Exclame pero solo recibí una risa entre las sombras.

Luego un nuevo objeto rasgo el aire pero este en una dirección contraria que no pude predecir a tiempo causando que está llegará hasta Boruto que parecía un poco perdido por la oscuridad.

—¡Boruto!—Grite alterada y lo vi caer al suelo.

Eso no era veneno, era un tranquilizante...

...

¡Holaaaaaa mariposas!

Pues aquí temina el maratón, lamento la demora y espero verlos pronto....

6/6
Besos y abrazos mariposas
Lia Dios 🍥


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⏰ Última actualización: Oct 03, 2021 ⏰

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