Lee-sensei

El Comienzo

Era un dia tranquilo en la aldea de la hoja, como lo eran casi todos desde el termino de la cuarta guerra hace apenas un par de meses. En una parte del bosque, a las afueras de Konoha se encontraba el dojo personal de Rock Lee, el cual casi siempre se encontraba vacio. Hasta ahora.

-Ahh, asi, mas rápido princesa por favor - apenas y conservo la cordura, soy incapaz de articular pensamientos complejos ¿y como hacerlo con semejante diosa cabalgando sobre mi? Gimiendo mi nombre, con los pechos rebotando frente a mi rostro y sus manos sobre mi pecho buscando soporte. Todo en ella es perdición total. "Neji va a matarme". Aun lado en el suelo se encuentra el maldito traje spandex culpable de mi desgracia.

¿Pero y como llegamos a éste punto ?

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Durante la guerra Neji estuvo muy pero muy cerca de la muerte, sin embargo, aunque no era una ninja médico, Hinata hizo todo lo posible por mantenerlo con vida hasta que Sakura logró llegar. Y a pesar de haberle salvado la vida, aun estaba muy mal herido y le tomaría meses recuperarse.

Neji se sentía en extremo debil y se pasaba casi todo el tiempo durmiendo. El no se arrepentía en lo absoluto, pero su prima se sentía muy culpable por lo que le habia pasado. No se despegaba ni un segundo de su lado cuidándolo y procurandolo hasta en el mas mínimo detalle, y aunque el agradecía sus atenciones le dolia ver como cada dia se ponia mas y mas delgada, sus hermosos ojos siempre rojos productos de tanto llorar. Ella era su protegida y como guardián sentía que estaba fallando. Pará él, estar en cama no era una excusa.

Así que el dia que fui a visitarlo al hospital, me pidio un favor "muy especial" .

-¿Quieres que entrené a Hinata - sama?

-Lee, te lo he dicho una y mil veces. No le digas Hinata-sama. Pero sí

-No lo entiendo, ¿por que? ¿Por qué yo?

-Desde que ingrese al hospital, ella no se ha apartado de mi lado, y aunque su compañía es agradable ella no ha dejado de culparse. A pesar que le he explicado que fue mi decisión y de que estoy bien, el verme en esta cama no la deja tranquila.

-¿y porque no le explicas eso?

-Lo he intentado, pero es muy necia. Quiere cuidarme a como de lugar, asi que logre meterle en la cabeza que la mejor manera de cuidarme es entrenar para que que se haga mas fuerte y poder defenderme mas adelante.

-¡El entrenamiento es la base de la juventud! Pero aun no me respondes, ella es una Hyuga, ¿no seria mejor que alguien de tu clan la entrenara? ¿Por que yo?

Lo vi suspirar, como si le costará trabajo decirlo.

-No es solo el entrenamiento, es para despejar su mente, ella ha estado muy deprimida y contagiarse de tu "juventud" no le haria nada mal. Además, escucha con atención Lee que no lo diré nuevamente- me miró directamente a los ojos con la expresión mas seria que le habia conocido - reconozco que como tu, no hay otro igual en cuanto a taijutsu, hay cosas que tu puedes enseñarle que nadie mas seria capaz, ni siquiera yo. Ademas, tantos años entrenando juntos te han permitido conocer a la perfección el puño suave, ¿no? - lo escuche suspirar- este favor es algo muy importante para mi, soy el guardián de Hinata-sama pero... - pude observar como se tensaba- ahora mismo soy incapaz de cuidarla, necesito de tu ayuda para ello. Después de todo eres mi mejor amigo, a nadie más que a ti podría confiarle su seguridad.