En momentos Antonia se encuentra confundida como en un laberinto sin salida, la ultima vez que se encontró así, fue en aquel viaje que nunca espero tener, allí sería el inicio de grandes cambios que marcarían su vida.
Antonia...
Días antes del viaje me encontraba agobiada quería salir de la rutina que tiene la ciudad, la casa y mi vida, quería desaparecer de mi realidad y vivir en un mundo imaginario, en una fantasía, pero solo se encontraba en deseo, sin medida comencé a contar los días que faltaban para estar lejos de casa, no tenia problemas con nadie, por el contrario suelo tener buena relación con mi familia, pero simplemente me sentía cansada, así que el paseo seria un anti estrés de lo que sentía.
Aquel 8 de octubre cuando puse las maletas en aquel carro, sin imaginar que sería la entrada a un mundo que desconocía en su totalidad, junto a mi mejor amiga Luna emprendimos el viaje a un pueblo lejano de nuestra ciudad, con una mano en el corazón y la mente en cosas que me frustraban iba en el trayecto. Por otro lado iba hablando con Luna de lo que seria el viaje tan esperado especialmente por mi.
Tenia una sensación de miedo y alegría a su vez, no quería que nada de lo que tenia en la ciudad cambiará, a su vez iría a un pueblo que no conocía, a nuevas experiencias y un reencuentro con una persona del pasado que me había hecho sentir muchas cosas, con mi mejor amiga ya había tenido la conversación de lo que pasaría cuando volviera a ver a Tomas, pero yo solo pensaba en como sería mi reacción cuando lo viera de nuevo, pues habían pasado 6 años después de la ultima vez que nuestras manos se habían rozado. Reconozco que durante ese tiempo lo pensaba pero simplemente era un recuerdo, al que le deseaba lo mejor.
Al llegar a nuestro lugar de destino, mis manos empezaron a sudar pero debía de actuar normal, se suponía que para mi era solo un recuerdo del pasado, o al menos la única que creía eso, ya que Luna me decía que pasarían cosas. Cuando nos bajamos del carro nos toco pedir un taxi para llevarnos a la casa en donde nos hospedaríamos, me mire en el espejo, me quite las trenza y me hice una moña alta, en ese momento mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte, al ver que llegamos bajamos las cosas y entramos a la casa, saludamos a la familia de Luna y avisamos a nuestros familiares que llegamos.
Me relaje en el momento que no vi a Tomas, porque consideraba que no lo vería por otro lapso de tiempo, cuando de pronto lo vi llegar en esa moto azul, mi pies se pusieron tiesos y no pude levantar la cara, me sentí más nerviosa de lo que pensaba que estaría, cuando escuche: ¡Hola Antonia!, no me quedaba más que saludar, aunque quería escapar de ese momento, quizás hubiese sido mejor.
Cuando vi a Tomas con más detalle, me sentía dudosa de si hablarle, no sabia como podría reaccionar, como tal llevábamos un año sin hablar del todo, desconocía muchos detalles de él, pero aun así tenía la fortuna de verlo después de tanto.
Con el paso de los días nos fuimos acercando sin pensarlo, sin precisarlo, solo era algo natural de mi cuerpo que me pedía estar cerca de él, con toques de pierna y risas fuimos acercándonos cada vez más, sin pensar en las consecuencias que traería esto, solo quería disfrutar ese momento, no estaba siendo tan racional.
Cada día al lado de Tomas se volvía más mágico para mi, sin querer comencé a sentir cosas por él, el recuerdo de su pasado llego y resulta ser que era yo quien se estaba haciendo daño sin quererlo, sabía que ese viaje me sacaría de la rutina que tanto me agobiaba, pero cada vez era más intenso mi sentir, los momentos a su lado se volvían fantasía, una realidad imaginaria que solo era temporal. Cuando senté cabeza me di cuenta que era hora de dar un cierre a lo que estaba pasando sabía que era momentáneo, los dos teníamos claro que todo aquello que pasará sería algo de un verano; preferí seguir jugando a lo que fuera que tuviera con Tomas, decidí disfrutar hasta el más insignificante detalle con él, con la condición de que no debía sentir.
A pesar de todo se que fuiste una fantasía hecha realidad, a pesar que yo este aquí y tu allá, será quizás el final, o una historia que se seguirá escribiendo, me pregunto ¿Ahora qué sigue?, ¿Qué pasará?, solo me queda seguir viviendo y si nos volvemos a encontrar, no queda más que disfrutar...
Pero este no sería el final de un laberinto sin salida...
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Laberinto sin salida
Teen FictionAntonia un personaje ficticio, con cosas en común a la escritora...