¿Por que no?

Cap # 1 JM

La luz de la ventana me pegaba en la cara, yo quería seguir durmiendo, en mi cómoda y suave cama. Espera un momento mi cama no es suave, ni cómoda, tampoco huele a... ¿cedro y mar?, no, no, ese olor es de un alfa, maldición Park Jimin, que rayos hiciste anoche, no tenías que tomar tanto. Aunque huele delicioso.

Me enderezo en la cómoda cama y veo, wow que habitación, aquí cabe todo mi departamento, entonces no fue tan malo despertar aquí, espera Jimin deja de pensar esas cosas.

Calma, me digo a mi mismo. Giro mi cabeza hacia todos lados y veo mi ropa en un sillón que esta junto a una mesa y ahí me doy cuenta de que estoy totalmente desnudo.

-Omega tonto, que hiciste- me regaño.

Sin pensar mas me levanto de un salto dispuesto a ir por mi ropa y largarme antes de quien sea con quien pase la noche regrese. Al intentar esto me da una punzada en mi cabeza, maldición odio la resaca.

Después de vestirme abro la puerta de la habitación, me asomo por el pasillo para tratar de escuchar si alguien mas esta aquí, pero no escucho nada y solo puedo olfatear el tenue aroma a cedro y mar, que indica que ya hace algunas horas no está la persona dueña de ese olor. Así que decido salir corriendo de este, espera es departamento, woow que hermoso.

Me paro en la orilla de las escaleras para poder ver tanto al hermoso departamento como la vista de la ciudad, si sé que mis amigos son millonarios, pero nunca había visto algo así.

Prosigo a mi huida, cuando ya estoy a punto de salir del edificio se acerca un anciano, creo que es uno de los encargados del edificio y beta, porque solo puedo percibir un perfume a especias.

-Buenos días joven, ¿gusta que llame su auto? -mi cara tenia que ver sido de poema – El señor indico que lo llevaran a donde deseara.

¿El señor?, maldición me acosté con un anciano, voy a matar a los chicos, se suponía que nos cuidaríamos entre todos.

- ¿Va a querer que lo llame?- vuelve a cuestionar el anciano.

-No, no- me apresure a negar con mis manos- solo pida me un taxi por favor.

-Pero el señor dejo instrucciones que lo llevaran donde desee.

No puedo permitir eso, no se quien sea ese señor, si se que debe de tener mucho dinero, pero no, no soy interesado, yo puedo hacer el mío. Y además quien sabe que otras intenciones tenga.

En eso suena mi celular y veo que es Jin

-Jimin, maldición porque apenas contestas- me grita Jin desde el otro lado

Solo me despido del anciano con la mano y salgo del edificio sin escuchar lo que me dice.

-Perdón, pero no había escuchado el celular, además no se donde rayos estoy- hago la parada a un taxi y doy la dirección del hotel donde me estoy hospedando con mis amigos- pero ya voy para el hotel.

-Maldición Jimin, ayer dijiste que habías encontrado a tu destinado y después llegaron los chicos y no me acuerdo de nada más.

- ¿Como que mi destinado?-

-Si eso dijiste, no me preguntes mas porque todo es borroso.

¿El viejito podría ser mi destinado?, maldición no vuelvo a tomar tanto, trato de recordar su rostro o algo más pero no recuerdo.

-Jin, ya voy para allá y me tienes que contar que recuerdas exactamente.

-ok, apresúrate solo tenemos dos horas para empacar y estar en el aeropuerto.

*~*~*~*~*~*~*~*~

Veo por la ventana como está despegando nuestro avión rumbo a corea de nuevo. En mi mente sigo tratando de recordar su cara, porque su olor, cedro y mar, esta más que impregnado, no solo en mi memoria si no en mí.

Cuando llegue al cuarto del hotel, Jin y Tae estaban esperándome con las maletas, Tae con un paño húmedo en su cara y acostado en una de las camas y Jin tomando un café en la pequeña sala de la habitación.

Al escucharme entrar Tae se quita su paño del rostro y se me queda viendo con una cara picara. Jin deja su café y voltea hacia mí.

-Hueles a alfa, me imagino que ese es el olor de tu destinado- no había puesto atención a ese pequeño detalle, así que huelo mi brazo y efectivamente si, me dejo una marca de aroma, pero en vez de molestarme, extrañamente me sentí bien y mi lobo interno se regocijo.

Tae se encuentra dormido a mi lado y Jin en un asiento mas adelante. Ellos terminaron disfrutando la noche con sus alfas ya que decidieron dar les una sorpresa, según lo que me conto Jin.

Pero Jin como toda una mamá tradicional, los corrió hoy muy temprano porque según él, los novios no podían estar con su omega el día antes de la boda.