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Doyoung despertó a la mañana siguiente con un poco de dolor de cabeza. Se levantó y vio a su alrededor. Estaba en la habitación del mayor, se sonrojó ligeramente pero notó que Jaehyun no estaba con él y le pareció curioso. Luego fue al baño y lavó su cara.

Se miro en el espejo y frunció el ceño, suspiró y después volvió a la habitación, sacó ropa del armario mientras observaba de paso la ropa del mayor. Luego volvió al baño, se desnudó y nuevamente se miró al espejo.

Miró su marca, esa marca en su hombro que le daba tanto dolor y sufrimiento ver, se preguntaba ¿Cuándo iba a desaparecer? Desearía arrancar esa parte de su piel.

Se metió a la ducha, sintió sus ojos cristalizarse y las lágrimas brotaron de sus ojos empezando a sollozar. Recargó su espalda en la pared del baño y trató de quitar sus lágrimas, dolía pensar en aquel momento de su pasado, cómo consiguió esa marca tan horrible.

Trató de no pensar más en eso, de pensar en lo que pasó antes. Sería esposo de Jung YoonOh, ahora era su prometido, se negaba a pensar mal de él, no podía pensar que le haría lo mismo que había hecho su novio de juventud al entregar su amor.

Jaehyun había sido bueno con el los días anteriores, en sus citas no había sido grosero, tampoco le había dicho a su madre si había tenido alguna falla, había apreciado su comida e incluso le había regalado rosas y le había dicho que era "muy bonito"

Quería ver aquellas cosas de forma romántica, porque lo eran. YoonOh era un hombre de pocas palabras, pero lo que lo que decía era suficiente. Mientras se duchaba pensó en que talvez Jaehyun no sabía cómo expresarse muy bien o era tímido.

Una vez acabó de ducharse, tomó la ropa que había escogido y se vistió tranquilamente. Luego bajó las escaleras y se dirigió a la cocina en donde encontró una nota pegada a la nevera, tomó esta y la leyó.

"Puedes ordenar comida
o si quieres puedes cocinar,
está todo en la alacena.
Ten un buen día, cariño,
nos vemos en la noche.
-Jaehyun"

-¿Cariño?-

Sorprendido, se sonrojó y luego sonrió por el apodo y porque se había tomado la molestia de dejarle una nota antes de ir a trabajar. Guardó la nota en su bolsillo y después empezó a ver qué podía cocinar, finalmente se decidió por hornear un pan dulce.

Luego de poner los ingredientes, mezclarlos, darles una forma y finalmente poner los panes al horno, escuchó su teléfono sonar. Dejó los guantes que tenía y fue hasta la sala en donde tomó su celular.

-¿Hola?-

-Doyoung, ¿Quieres cenar conmigo esta noche?-

Por su voz, pudo reconocer que era su prometido. Sonrió y se sonrojó ligeramente, Jaehyun le estaba pidiendo su opinión como el otro día.

-Si, ¿Hay algo que quieras celebrar?- dijo con un entusiasmo que quiso disumilar pero no lo logró.

-No, no es celebrar, es algo más. Llegaré a traerte en el auto a las siete en punto, espero que estés listo para esa hora-

-Está bien-

-Por cierto, ¿Quieres que te compre algo en el camino a casa? Como algún pastelillo o cualquier otra cosa, tú solo dime-

-No, estoy bien, gracias por la oferta-

-Está bien, Doyounggie, nos vemos-

Doyoung cortó rápidamente la llamada. Jaehyun estaba extraño de repente, le había dicho que solamente le llamara por su nombre pero este al parecer quería llamarlo por apodos cariñosos. Era demasiado extraño, demasiado para su pobre corazón miedoso de entregar su amor nuevamente.

Luego, pasó viendo la televisión y comiendo todo el día hasta que llegó la tarde. Corrió hacia la habitación que ahora les pertenecía a ambos y se vistió de la forma en que creyó que se miraba lindo. Amaba cuando estaba seguro de sí mismo, cuando no dudaba de que era lindo aunque nadie se lo dijera.

Bajó a la sala nuevamente y escuchó la puerta abriéndose. Vio hacia la entrada y ahí estaba Jaehyun, traía un maletín y un ramo de rosas rojas.

-¿Y eso?-

-Son para ti, Doyoung-

Doyoung sonrió y se sonrojó ligeramente, ya estaba siendo costumbre que cualquier cosa que Jaehyun hiciera le hacía sonrojarse y eso que no llevaban mucho tiempo de conocerse, prácticamente se conocían apenas 5 días atrás.

Jaehyun le dio las rosas y luego subió a la habitación a cambiarse. El menor no sabía a dónde Jung lo llevaría, puso las rosas en agua y luego se sentó en el sofá. Minutos después, YoonOh bajó por las escaleras y fue hasta a el para tomarle la mano y entrelazar sus dedos.

Kim se sonrojó otra vez, Jaehyun se había comportaba tan lindo con el en todo el viaje y le contó sobre lo que había hecho en el trabajo. Al parecer YoonOh debería quería intentarlo, quería amarle y se sentía tan bonito, esa sensación en su corazón era tan bonita.

Cuando llegaron, pidieron la comida que quería, Jaehyun había pedido vino para ambos. La verdad es que no se sentía incómodo con el mayor. Jung volteó a verle después.

-Tengo que pedirte algo- dijo serio.

𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐀 𝐒𝐦𝐢𝐥𝐞 ♡『𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨』♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora