Capitulo I "Soy curioso"

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Capitulo I

Soy curioso

En el mundo, hay interminable tipos de personas, unas con gustos extravagantes, otras con gustos más simples y sencillos.

Personas extrovertidas, como introvertidas. Personas conformistas y otras con ansias de saber y saber y saber más.

En mi caso… tengo algo de los dos, tengo gustos simples como de la misma manera extravagante. Siempre me considere un niño muy preguntón de pequeño, ya que por cualquier cosa, siempre quería saber el por qué. Lo que más me impresionaba, era la forma en que mi madre me contestaba al yo hacerle alguna pregunta ilógica y tonta.-Si Robert, por eso es. Yo, creía todo lo que le ella me decía. Una vez, pregunte de dónde venían los bebes, ella no me contestaba, pues estaba muy ocupada hablando con su amiga de tercer grado que no había visto desde hace años. Seguí insistiendo, pues qué más da, era un pequeño niño con ansias de conocer el mundo. Ella volteo mu bruscamente gritándome: .- ¡Robert!, ¿qué es lo que quieres? A lo que yo le respondí.-Madre, tengo una duda. ¿De dónde vienen los bebes? Mi madre con enojo me respondió.- Estas ya algo grande para que yo te responda eso, investígalo por tu cuenta y no me molestes.

Me fui del lugar y pare a un taxista para que me llevara a la biblioteca más cercana, pues tenía una duda, y hambre por resolverla. El taxista me pregunto.- ¿No debería de acompañarte tu madre? Yo le respondí.- No, tengo 7 años, soy lo suficiente maduro para viajar solo.

Subí al taxi, y me dejo en una biblioteca que estaba cerca de un hospital, le pague y entre a la biblioteca. Recuerdo que ese fue la primera vez que había ido a un lugar así, era muy grande con un aspecto romano muy hermoso, tenía vitrinas llenas de libros y miles de pasillos con libros de todo tipo.

 y le dije a la recepcionista.- ¿Dónde puedo encontrar libros de maternidad?

La recepcionista, que sin más no recuerdo era una chica joven, bonita, intelectual y de ojos prominentes que resaltaban en su cara me pregunto.- ¿Para qué quieres tú, libros de maternidad? ¿Te los ha encargado tu madre?

Yo le conteste.-No, son para mí, tengo una duda que necesito responder. Sin preguntar de nuevo me dio una hoja donde venían unas letras y unos números. No sabía que era, después empecé a caminar por toda la biblioteca y me di cuenta que era el número de estante, su letra, y el número del libro.

Tome el libro e inmediatamente me puse a leerlo.

Recuerdo que tarde alrededor de dos semanas en terminarme ese libro. Bien, ya sabía de dónde venían los bebes, pero no me bastaba con saberlo, o con haberlo leído, Yo, quería verlo.

Recuerdo que era una tarde nublada, de esas en las que todo se siente tan extraño, como si estuviéramos en un túnel de tiempo, sintiendo que es una hora determinada, pero que el reloj marca otra.

Recuerdo que al principio me fue difícil, pues no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, pero lo quería intentar. Recuerdo que me entusiasme tanto con la idea que empecé a brincar de la emoción cuando se me ocurrió.

Puse manos a la obra y empecé a conseguir todo lo que necesitaba. En ese momento por mi corta edad, no tenía acceso a muchas cosas así que use utensilios de cocina comunes para empezar.

Construí mi área de trabajo con una mesa de madera pequeña y una linterna de snoopy que tenía.

Y empecé a descubrir lo que creo que fue, la revelación más grande de mi vida.

Después de una hora llego mi madre a la casa. Lo recuerdo muy bien, pues podía escuchar esos tacones altos al pisar, y sabía que era mi madre.

Escuche y espere a que subiera las escaleras, para que pudiera mirar lo que había hecho, lo que había descubierto. Cuando mi madre llega a la habitación, lo único que hace es gritar. Me toma de la mano, y me lleva a un hospital.

No sé por qué, se comportó así, si la que necesitaba un hospital, era maurfy, nuestra gata embarazada. No pude cortar los cordones de los fetos, y de igual manera, usar agua con azúcar, no fue una elección muy fiable como suero.

Todo el camino hacia el hospital fue un silencio perpetuo.

Mi madre lo rompió preguntándome.- ¿Por qué lo hiciste Rudolf?

Yo solo baje la mirada y le conteste.-No lo se madre…Soy curioso.

Rolf catcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora