Mi hermano - Wilbur y Tommy

Wilbur

Los minutos parecían horas, para Tommy bien podrían haber sido horas las que se pasó tirado en el piso, temblando violentamente y llorando sobre el cuerpo de su hermano mayor, sintiendo el peso sobre sus piernas empezar a entumecérselas y la sangre empapar sus pantalones. Wilbur no estaba muerto, solo se había desmayado.

Sí, eso sería lo que dirían los paramédicos cuando llegaran. Le subirían a una ambulancia y le llevarían al hospital para curarle.

Cuando la ambulancia se detuvo a su lado, Tommy les gritó desesperado, rogándoles para que le ayudaran rápido. Los hombres se movieron veloces, sacando al chico de debajo de Wilbur y apresurándose a revisar los signos vitales del joven en el suelo. Después, uno de los hombres se llevó a Tommy hacia un lado, preguntándole un montón de cosas y ofreciéndole una manta. Tommy no quería una maldita manta, ¡quería que ayudaran a su hermano de una vez!

No le faltaron ganas para gritarles eso. "¡¿No se supone que deberían estar llevándolo ya?! ¡Ayúdenlo de una puta vez!" Gritó, viendo a la persona arrodillada junto a Wilbur toqueteándole un poco antes de volver a la ambulancia. Esperaba que le subieran de una vez al vehículo, pero en cambio los hombres siguieron paseando por el lugar, parecían estar esperando por algo. ¡¿Esperaban a que muriera o qué?!

Un auto de policía se detuvo también unos minutos después, y una policía se acercó a él e intentó hacerle preguntas como lo había hecho el paramédico antes. Tommy le ignoró, empezaba a desesperarse. ¿Qué clase de idiotas irresponsables eran estas personas que ni siquiera estaban haciendo su trabajo?

Finalmente uno de los paramédicos sacó una camilla de la ambulancia, y Tommy notó que tenía encima alguna tela o plástico negro. La policía a su lado intentó distraerle de la escena, poniendo una mano en su hombro y tratando de jalarlo suavemente hacia un lado, preguntando más estupideces.

Tommy vio atentamente cómo los hombres levantaban a su hermano del suelo con bastante dificultad, su cuerpo colgando lánguido en el agarre de ambos paramédicos y le pusieron sobre la cosa negra. La mujer junto a él insistió más para captar su atención.

Cuando les vio meterle en lo que parecía una bolsa con un cierre, el muchacho sintió que perdía la cabeza. "¡¿Qué mierda creen que hacen?! ¡Sáquenlo de esa cosa! ¡Qué clase de médicos son ustedes! ¡Wilbur!"

Otro policía se acercó a Tommy y le tomó firmemente por los hombros, tratando de centrar su atención en él y hacer que le mirara. "Niño, escucha. Escúchame. Mírame. Respira, cálmate, ¿okay?"

Tommy solo quiso golpearle, empujarlo y a esos médicos horribles y sacar a Wilbur de esa estúpida bolsa. Le habían metido en una bolsa de basura con un cierre, ¿qué mierda?

"Oye, ¡oye, niño!" Tommy quería gritarle que no era un niño, pero todo empezaba a sentirse muy distante, su cabeza estaba palpitando y se sentía algo mareado. El olor de la sangre le estaba hostigando. "Tu hermano falleció."

Bien pudiera haberse desmayado él también, porque después de ahí todo era negro. Probablemente lo que estaría viendo Wilbur.

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Las manos de Tommy temblaban violentamente mientras se agarraba los cabellos claros, inconscientemente jalándolos un poco. Pequeños gemidos penosos y afligidos escapaban entre sus labios sin poder evitarlo, con los ojos cerrados con tanta fuerza, hasta el punto que casi dolía. El blanco piso del hospital parecía cegarle si intentaba mirarlo directamente.

El muchacho lloraba con desesperación, completamente roto y sintiéndose absolutamente perdido, en las incómodas sillas de la sala de espera donde le habían ubicado para esperar a su padre y hermano. Ni siquiera le importaba que la gente pudiera verle tan roto como lo estaba ahora. Su hermano acababa de morir en sus brazos, suponía que se le permitiría tener por lo menos una crisis tras tan horrible experiencia.