Capitulo 2

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- En poco tiempo volveré a la fiesta para el gran anuncio, joven Jude, no tengo intención de volver en este momento, si usted puede ganar mi confianza en tan poco tiempo le dire mi nombre, si no lo hace solo seré una extraña para usted y no volverá a aquí – dije muy segura pero nerviosa por su cercanía y su pequeña sonrisa que te hace creer que es dueño de un secreto que nadie más sabe.

Al escuchar la ultima oración su sonrisa se ensancho como si hubiera ganado algún premio.

- Creo que sería mas cómodo si nos sentáramos señorita – señalo una banquina junto a la fuente, comence a caminar hacia el asiento y me percate de lo pequeña que era cuando ya estábamos los dos en ella , mi corazon comenzo a latir con fuerza al darme cuenta de de que estabamos más cerca de lo que deberíamos, su rodilla rozaba la mía, la aparte rápidamente - Y también creo que sería más cómodo si me llamas por mi nombre, por favor.

- Está bien Harrison, si así lo desea lo hare – asentí hacia él para luego volverme a mirar las rosas que seguían en mis manos.

- ¿Sabe usted lo que significan estos dos asombrosos colores en las rosas? - dijo el señor Harrison llamando mi atención hacia él.

- No Harrison ¿Puede decirme usted que significado tienen? – dije sonriendole divertida y el solo se quedo mirandome fijamente por varios segundos a lo que solte un pequeño carraspeo para volver a llamar su atencion, lo cual funciono.

Se acerco más hacia a mí para tomar las dos flores de mis manos suavemente. Al sentir su toque a traves de los largos guantes de seda rápidamente la retire sin dirigirle la mirada, concentrándome en la noche estrellada. Al ver que comenzaba a hablar indudablemente gire hacia él en el momento en que levantaba la rosa blanca acercándola a mi rostro girándola entre sus dedos. Esta acción hizo que el joven se inclinara más hacia mí descaradamente quedando así a centímetros de mi rostro con la rosa entre nosotros dos. Cuando habló su voz sonaba de lo más suave y tranquila.

- Las rosas blancas son un símbolo de pureza y de la inocencia – me dio una sonrisa de lado mientras miraba directamente hacia mí, iba a decir algo pero el levanto la mano interrumpiéndome y cambiando la rosa blanca por la roja teniéndola así entre nosotros nuevamente – Si no es molestia déjame terminar por favor. Las rosas rojas significan pasión y lujuria ya que se trata de uno de los colores más excitantes y pasionales en una rosa ya que simboliza el sonrojo que generan los amantes – al escuchar eso mis mejillas se tornaron del color que estaba hablando y es que ¿Cómo puede hablar de esas cosas sin ningún tipo de vergüenza o pudor?- Pero las rosas rojas y las blancas tienen algo en común señorita – levanto nuevamente la rosa blanca clocándola junto a la roja al tiempo que le enviaba una mirada confusa ¿Cómo pueden tener algo en común esas dos flores si según lo que me dijo el joven Harrison sus tonos son lo opuesto? – Estas rosas están unidas al amor señorita, ya que no hay inocencia sin pasión y no hay pasión sin inocencia, pero en mi opinión la personalidad de la gente es como las rosas: tienen su propio color – dijo hablando profundamente.

- Y si se puede saber Harrison ¿Cuál sería su color en este caso? – al escuchar la pregunta me dio una sonrisa picara que me hizo desviar la mirada y el al ver mi acción soltó una pequeña carcajada por lo bajo.

- Señorita, antes de decir mi color dire el suyo ya que creo saber cual es – con esa frase gano mi mirada enojada.

- ¿Cómo puede saber mi color si ni siquiera me conoce? - me aleje un poco para poder cruzarme de brazos.

- Tranquila señorita, si llego a equivocarme usted tendrás razón en que no te conozco lo suficiente – al ver que estaba de acuerdo su mirada me inspecciono de arriba abajo sin disimulación, haciendo que nuevamente mis mejillas tomen color ¿Qué me sucede que me sonrojo por todo lo que haga este muchacho? – Por lo que he visto en este poco tiempo que he pasado junto a usted, puedo decir que viene de una familia sumamente adinerada – esas palabras me causaron aburrimiento, ya que ¿Por qué estaría en esta fiesta si no tuviera dinero? – Pero al ver que esta aquí en este solitario lugar y no en esa sala bailando con lo que supongo uno de sus muchos pretendientes o esposo, aunque por lo que veo me quedo con la opción de pretendientes al no ver anillo – señalo en dirección de la gran casa – Usted no es como muchas damas de por aquí, ya que ellas al ver a un hombre con dinero, apuesto y fino habrían caído a sus pies pero prefirio saltarse eso, así que puedo decir que es una de esas jóvenes que espera que el amor le llegue inesperadamente y sea como en los libros: se encuentren, conexión inmediata, amor prohibido, y esas cosas, con eso puedo decir que nunca ha salido con un joven, puede haber sido cortejada pero nunca ha salido por su voluntad con alguien y al ver como se sonroja cada vez que me acerco hacia puedo decir que sigue teniendo parte de su inocencia – se acerco un poco más a mi haciendo que me retire hacia atrás en mi asiento, Harrison dejó ver una sonrisa divertida – A lo que me queda decir eres una rosa blanca – volvió a acercarse a mi ¿Qué tiene este hombre con el espacio personal? Al estar nuevamente a centímetros de mi rostro coloco la rosa blanca detrás de mi oreja dejando su mano en mi mejilla más tiempo del que debería, haciendo latir mi corazón aceleradamente en mi pecho, cuando dejo caer su mano me sentí desconcertada ¿Por qué razón mi corazón esta latiendo desbocadamente? No es la primera vez que un hombre toca mi mejilla, pero la suavidad con la que toco me dejo aturdida.

- A mi parecer joven Harrison creo que ha acertado, pero déjeme decirle que usted dijo que yo era de esas damas a las que les gustaría un romance como los de los libros y tengo que decirle que tiene razón solamente en que deseo un romance, pero no como los de los libros sino como el de mis padres – el me miro confuso – Ellos lograron estar juntos luego de que mi padre admitiera lo que sentía por ella pero ella le era indiferente y no sabía lo que sentía por el hasta que el hizo cosas por ella, cosas con las que ella pudo darse cuenta cuanto la amaba en realidad. Pero por favor ahora dígame algo si yo soy el color blanco, usted seria el color restante ¿No es así?

- Así es hermosa joven yo soy el color rojo – se acerco a mi hasta que nuestras narices se tocaran y nuestras miradas estuvieran más cerca que nunca – No voy a decirte las razones porque creo que son demasiado obvias – me aleje unos centímetros hacia atrás dándole una mirada dura.

- Puedo ver sus razones obvias joven Harrison, si no tiene respeto por el espacio personal ni le da vergüenza tocarme sin mi permiso debe ser el color rojo.

- Oh mi querida dama, yo si tengo respeto por el espacio personal - volvió a acercarse a mi cara – Usted es la que no me aleja, así que si no lo hace lo tomare como si lo aprobara – Al oír eso puse mis manos en su pecho y lo aleje suavemente de mi pero al alejar mis manos el volvió a ponerlas donde estaban agarrando mis manos con las suyas, al sentir su pecho nuevamente pude notar su corazón palpitaba con la misma fuerza o más que el mío - y la toco porque creo que eso es lo que todo hombre que la conozca quiere hacer y al ver que no pone objeciones con eso no puede esperar a que deje de hacerlo - Aleje rápidamente mis manos de él para colocarlas juntas en mi regazo.

- No es que le de autorización a hacerlo mi impertinente joven, es que al ver sus inesperadas acciones me sorprenden lo suficiente como para no darme tiempo de reaccionar – Al terminar la frase Harrison se puso rápidamente de pie ofreciéndome su mano para que yo lo acompañara, me quede dudando unos segundos pero finalmente lo que hice. Al ponernos de pie quedaron nuestros cuerpos muy cerca y sin dejar que pasara corriente de aire alguna entre nosotros.

- Ya es hora de que parta señorita deben estar buscandola porque ¿Quién no nota que la dama mas bella de la fiesta no se encuentra por el salón? Muchos de los pretendientes tienen que estar bailando con las demás jóvenes que en comparación a usted los hace querer salir por las puertas del salón para marcharse, pero antes de que se vaya ¿No cree que es tiempo de que me diga su nombre? – Harrison alzo su mano colocando un mechón detrás de mi oreja que se había escapado del elaborado peinado que me habían hecho.

- En algo se equivoca hay mujeres que me superan en belleza y no Harrison yo creo que es mejor dejar mi identidad como esta, así podremos hacer como si este hubiera sido un buen momento entre dos simples extraños - En el momento de terminar de decir mis palabras no pude evitar acercarme para ver mejor sus ojos, eran de un verde oscuro que me recordaba al inmenso campo en la casa veraniega de los Lexington, el joven al ver mi acción contuvo el aliento por un momento y al ver que me retiraba dejó salir un suspiro.

- Eso ya no sirve mi joven dama pues ya sabe mi nombre, este extraño juego de extraños que usted desea no podrá ser – dijo sonriendo – Su opinión sobre las demás damas no tiene importancia si para mi es la joven más hermosa que han visto mis ojos.

- Yo creo justo no decírselo ya que solo podía dárselo si se ganaba mi confianza y si no lo ha notado todavía no lo ha hecho, y lo único que puedo alegar a lo que ha dicho sobre mi belleza es un simple gracias porque por lo que veo no se detendrá en darme halagos – baje mi mirada a su pecho que subía bajaba rápidamente. La mano del joven Harrison subió a mi mentón para dirigir mi mirada a la suya y el hecho de que me estuviera tocando tan suavemente me hizo querer hacer lo mismo con el pero no iba a rebajarme a tocarlo sin su permiso como este impertinente joven hacia todo el tiempo.

- Podría contemplarla y llenarla de halagos toda la noche si me lo permitiera y espero con ansias que llegue el día en el que pueda ganarme su confianza porque eso va a ser un acontecimiento que nunca olvidaré – me sonrió alegremente y se acerco peligrosamente hacia a mí para luego desviarse y besar lenta y suavemente mi mejilla. No conseguí evitar contener el aliento hasta que se retiro, se dio media vuelta y empezó a caminar hasta la salida opuesta por la que yo entre. Antes de entrar completamente a la oscuridad de la salida se giro para mirarme y volver a regalarme una sonrisa que hizo saltar mi corazón y con esa ultima acción me dejo sola con mi corazon latiendo desbocadamente, desconcertado.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2021 ⏰

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