xxix

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jamás te había visto
tan destrozado
tan asustado.
perdóname, cobalt.
mejor aún,
no me perdones,
ódiame
porque lo merezco
porque te abandono
y sabes que tú
mereces que esté aquí
haciéndote feliz.
perdóname, cobalt,
pero ya no tengo fuerzas.

junio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora