Contrarreloj: una guerra entre el tiempo y el amor

Capítulo 1 | Las 5 C

"[...] A veces el ser humano hace estas cosas: se hace creer a sí mismo que eso que siente es química, aunque solo sea ansiedad."
—Un Cuento Perfecto. Elísabet Benavent.

VALERIE

—Val —escuché una voz a mis espaldas, llamándome, me volteé para encontrarme con mi mejor amiga, Abigail. Le sonreí y caminé hacia ella. Estábamos en el pasillo de la preparatoria, cursábamos nuestro penúltimo año. La gente caminaba y corría por el lugar.

—¿Qué pasa? —cuestioné al llegar a su lado, traía su cabello negro en una coleta.

—Noah me dijo que el fin de semana hará una fiesta, ¿irás? —me lo pensé un momento. Si hoy leía cien páginas y mañana otras cien alcanzaría a terminar el libro que estaba leyendo para el viernes... pero me quedaría hacer la reseña, mmhh.

—Creo que sí, no he sido invitada —miré mis zapatos como si fueran lo más divertido del mundo.

—Eres su novia, ¿por qué no estarías invitada? —frunció el ceño, levanté mi cabeza para mirarla.

Noah era alguien con carácter fuerte, se enojaba con facilidad, pero era muy romántico, solo que a veces... no lo sé.

—Tienes razón, ya hablaré con él.

—Okey —sonrió y emprendió camino hacia la sala de música.

Abigail amaba el piano y el violín, era muy buena en eso. La conocí hace un par de años, era mi mejor amiga, la única que me conocía de verdad, la quería mucho, aunque era muy fría. Ella era todo lo contrario a mí; seria, algo antipática, fría, callada, segura de sí misma y egocéntrica. Yo era amable, empática, algo insegura, los comentarios de las otras personas me afectaban, aunque fueran buenos y hablaba hasta por los codos.

Cuando creo entenderla hace algo que me confunde. Es muy cerrada, llevo años esperando a que se abriera conmigo, pero empezaba a creer que nunca lo haría y no la culpaba, no es su obligación ser una carta abierta.

Sonó el timbre y comencé a caminar hacia el laboratorio de biología.

—Bebé... —susurró Noah en mi oído abrazándome por la espalda, sonreí sin poder evitarlo—. El viernes haré una fiesta a mí casa, te quiero ahí a las ocho. —besó mi mejilla y se separó.

—Está bien... —mi voz se fue apagando a medida que el avanzaba, alejándose de mí. Cuando estábamos en publico sus muestras de afecto eran efímeras, casi como si se avergonzara de mí, ¿no era lo suficientemente popular o linda para que me presumiera como lo hacía con otras chicas?

Con él me sentía bien, pero no completa, era extraño. Sentía la necesidad de ser amada de una manera romántica y él fue la primera persona en ofrecerme eso, yo lo tomé sin medir lo que de verdad significaría eso. Una relación debe ser construida por las 5 C, confianza, conexión, comunicación, contacto y cariño, yo agregaría una más, consentimiento. Mi relación con Noah era solo de pasión —y ni siquiera se sentía como en los libros lo describían— y amor con condiciones.

¿Realmente era amor o solo la necesidad de ser amada?

+++

—Odio todo —exclamé con la respiración agitada, una capa de sudor me cubría. Odiaba la clase de educación física, menos mal que ya había terminado. Busqué mi botella de agua en el bolso de deporte que traía.

—yo también —Danica Skov se sentó en el suelo a mí lado, estábamos en los vestidores. Su cabello café oscuro estaba desordenado, tenía cejas pobladas y nariz fina. Hace poco me enteré de que sufrió bulling por su físico, por su peso y me entristecía que todavía haya gente que se burla del físico de las otras personas, a veces, cualquier comentario puede llegar a ser incomodo, inclusive un "halago".