único

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Yoongi decidió tomar clases de alemán por mera voluntad. No tenía alguna razón para aprender el idioma como las que podrían ser, un futuro viaje, algún proyecto o algo relacionado a eso. Solamente le atraía el idioma y un amigo cercano le recomendó a una conocida que lo enseñaba vía online.

Después de pensarlo un par de días, tomó la decisión de inscribirse e iniciar su aprendizaje. Su novio al principio no estaba totalmente de acuerdo ya que, a Yoongi en un pasado no muy lejano, le estresaban constantemente los deberes, exámenes y todo lo que conllevan los estudios. Se estresaba a tal punto que sufría ataques de ansiedad cada vez que no entendía un tema o no sabía la respuesta de algo.

Yoongi trató de convencer a su compañero de todas las maneras posibles hasta que lo logró, claramente con una condición.
Si se sentía muy presionado y sus ataques comenzaban a aparecer con frecuencia, lo dejaría.

Desde que inició el curso, ya había pasado poco más de un mes y Yoongi se sentía bastante cómodo. Hoseok notaba que realmente lo disfrutaba y le entusiasmaba la idea de aprender más sobre el idioma así que dejó que continuara con las clases.

Ahora mismo, Yoongi se encontraba frente a la pantalla de su computador mientras escuchaba la voz de su tutora y de vez en cuando la de sus compañeros que daban opiniones sobre la clase. Hoseok estaba por terminar su horario de trabajo así que pronto estaría en casa.

—Bien chicos, haré algunas preguntas para comprobar que todos están atentos. —Se escuchó la voz de la profesora antes de, cómo había dicho, empezar a hacerles preguntas a los alumnos de forma aleatoria.

Yoongi esperaba pacientemente que pronunciara su nombre mientras escuchaba las respuestas de sus compañeros. Estaba tan concentrado escuchando que no sintió cuando la puerta del departamento se abrió y mucho menos cuando su querido novio se acercó a él y lo abrazó desde atrás.

—Ya estoy en casa, pequeño.—Susurró Hoseok mientras veía al pálido sonreírle para luego dejar un beso en su mejilla.—¿En qué estás?

—Mm, no falta mucho para que la clase termine.—Yoongi giró sobre la silla para ver a su novio mientras dejaba algunas cosas sobre un mueble.— ¿Qué tal te fue?

—Lo mismo de siempre, ya sabes. Fue un día agotador.—Pronuncio mientras se acercaba nuevamente al pequeño rubio.— Aunque hay algo que podría cambiar eso..

—Amor.

El más alto se acercó al cuello del pálido y empezó a dejar besos húmedos en este mientras Yoongi intentaba contener un par de jadeos.

—Amor.. La clase..

—Komm schon kleiner, ich weiß du willst das..

Al escuchar el susurro de su pareja tan cerca de su oído, un pequeño gemido salió de sus labios sin poder controlarlo. Le parecía extremadamente sexy el cambio de voz que Hoseok tenía cuando le hablaba en alemán.

—Dijiste que quedaba poco para el fin de la clase ¿no?—Yoongi asintió.—Bien.

—¿Qué harás?

Pronunció antes de ver al pelinegro rodear la silla giratoria y ponerse frente a él.

—Entspann dich.

Susurró nuevamente para luego agacharse frente al rubio, quedando así debajo del escritorio.

Como era de costumbre, el pequeño rubio sólo llevaba puesto un bóxer negro y una camiseta de Hoseok. Por lo que, al pelinegro no se le hizo mucho trabajo bajar la prenda de Yoongi y así dejar el miembro de este a la vista.

LET ME ; hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora