One Shot - JAKEHOON SUNGJAKE💐
¿No es impresionante cómo casi todos los pliegues de nuestras manos se alinean cuando tu mano está sobre la mía?
Es como si estuviera completo de nuevo
¿No es eso una señal?
Debería decirte lo que pienso
He dicho esa...
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~ El Final ~
You know me the best You know my worst, see me hurt, but you don't judge That, right there is the scariest feeling Opening and closing up again I've been hurt so I don't trust Now here we are, staring at the ceiling
—Creo que estás confundiendo las cosas Jaeyoon, sí, es verdad, en el poco tiempo que hemos compartido, te has convertido en la persona que mejor me conoce, conoces mis peores momentos, me has visto herido y jamás me has juzgado, pero eso no quiere decir que entre nosotros haya o pueda haber algo más... Lo que quiero decirte es que necesito un espacio, no podré darte eso que esperas de mí, será mejor que nos alejemos hasta que olvides esa loca idea, haz lo tuyo y yo haré lo mío.
—¿Y qué piensas que espero de ti? —Jaeyoon le cuestiona sin encontrar una respuesta, su mejor amigo Park Sunghoon se aleja sin mirar atrás dejándolo en la penumbra de la duda y la soledad y así, sin mayor explicación, un año de relación ha quedado suspendida por el miedo a lo desconocido.
Se conocieron hace exactamente un año, cuando el australiano de piel acaramelada, labios gruesos que dibujan una sonrisa incluso cuando está serio y ojos que se asemejan a los de un cachorro, llegó a Corea del Sur como estudiante de intercambio.
Siendo ambos introvertidos y de carácter aparentemente tranquilo, fue una sorpresa que hayan socializado desde su primer encuentro y mirada; no pudieron evitarlo, cada uno se había convertido en ese momento, en el imán que atrae con fluidez y naturalidad a su contraparte, encajaron a la perfección, sus personalidades tan similares y sus visiones de la vida tan diferentes crearon una simbiosis perfecta entre ambos haciéndolos inseparables.
El realista Park Sunghoon, confiado en sus habilidades y sus aptitudes entrenadas desde tierna edad y el idealista Sim Jaeyoon, confiado en su pasión y su fuerza de voluntad.
Dos perfectos imperfectos habían encontrado a su complemento, ese complemento que nos es prometido en varias teorías y visiones que tratan de explicar objetivamente que todos tenemos un alma gemela, una parte de nosotros mismos que se nos ha quitado al nacer y que podremos sentir perfectamente completa al encontrar a esa persona que nos comprenda a la perfección sin juzgarnos, esa persona que entienda lo que queremos o necesitamos sin necesidad de palabras, esa persona cuyo amor por nosotros será incondicional a pesar de todo y de todos.
Desde el momento en que conoció a Jaeyoon, Sunghoon empezó a sentir y generar emociones que se había prometido no sentir nunca más en la vida.
¿La razón? Su no tan lejano pasado como patinador artístico sobre hielo aún lo atormentaba.
Su figura alta y refinada, su piel clara y tersa de un visual perfecto para los estándares de la sociedad coreana, le ganaron fama y atención de propios y extraños; ese fue el principal problema, una sociedad cuyo móvil es la superficialidad y vivir basados en el "qué dirán" no le permitió conocer a personas genuinas y sin un interés banal por querer ser parte de su vida, incluso llegó a pensar que había encontrado el primer amor en una compañera de equipo.
