Silhouette║Sadie Sink y tú

Capitulo 15: ¿Noah?

POV _____

Era la tarde y teníamos que ir a comer, así que con Noah nos dirigimos al comedor. A lo lejos, vimos una mesa donde estaban Jake, Anna y Diego. Junto a Noah, nos sentamos allí.

—¡No! Trampa, hablaste después —dijo Diego, indignado.

—Claro que no, ahora hazlo —dijo Jake, sonriendo.

—Tontos —dijo Anna, riéndose—. Hola, chicos.

—Hey, ¿qué tal? —dijo Jake, mirándonos.

—¿A dónde va Diego? —preguntó Noah, mirando a los otros dos.

—Va a abrazar a alguien que se encuentre por ahí —dijo Jake, riéndose. Justo en ese momento, el conserje apareció frente a Diego, quien lo abrazó y el conserje lo miró raro. Diego volvió con las manos en la cara.

—Listo, reto cumplido —dijo Diego, mirándonos sin expresión.

—Chicos... creo que deben saber algo —dijo Noah. En ese momento, todos volteamos a verlo. Le hice una seña a Noah para que empezara a hablar—. Miren, ustedes son mis amigos y bueno, creo que es necesario confesarles que yo soy gay.

—Agradecemos tu confianza al decirnos eso, en verdad, Noah, nosotros te aceptamos tal y como eres. —dije feliz, mirando a los demás, quienes asentían felices.

Terminamos de comer después de un rato bromeando sobre nuestra vida amorosa. Cuando terminamos, nos dirigimos a la salida de la universidad para despejarnos un rato. Noah recibió una llamada y se fue un rato, yo me quedé con los demás, conversando sobre temas realmente divertidos, luego Diego y Jake empezaron a jugar verdad o reto. Luego de unos minutos, Noah llegó con Sadie.

—_____ ¿te molesta dormir con Sadie solo por hoy? —dijo Noah, con las manos en los bolsillos.

—¿Qué? —solté sin pensar—. ¡Estás botándome como basura! No quiero dormir afuera.

—No dormirás afuera, idiota, dormirás conmigo —dijo Sadie, rodando los ojos.

—Cierto... bien, lo lamento. —dije abrazando a Sadie por unos segundos—. Entonces creo que mejor vamos camino a la universidad.

Pasamos por todas las cabañas, en realidad no entendía porque Noah quería que durmiera con Sadie así tan de repente, pero no lo cuestione. Cuando llegamos a la cabaña de Diego, vi a Sophia ahí, ella me miraba triste, yo quite mi vista de ahí y camine junto a Sadie hacía su cabaña. Durante todo el camino, ninguna habló, pero el silencio no era incómodo. Al llegar, momento de replantear mi existencia. Entramos a la habitación de Sadie y ella cerró la puerta con seguro.

—Que no suene raro, pero ¿para qué pones el seguro? ¿Vas a asesinarme o algo por el estilo? —pregunté, mirándola.

—No pienso matarte, _____, tranquila. Puse seguro porque... mejor no hablemos de eso. Creo que deberías cambiarte —dijo ella, cruzándose de brazos—. Cierto, no tuviste tiempo para sacar ropa.

—Wow, qué gran descubrimiento, Sink —dije, con notable sarcasmo.

—Entonces dime, _____... ¿cómo quieres dormir? —dijo Sadie, acercándose a mí y agarrando mi cabello.

—Con los ojos cerrados, ¿cómo más podría dormir? —dije, obvia. Creo que me di cuenta muy tarde, debo dejar de hacer estás bromas cuando sé perfectamente a que se refieren.

—Bueno, como quieras. Yo iré a ducharme. En el armario hay pijamas, así que elige la que quieras —dijo Sadie, entrando a su baño.

—Gracias —dije, acercándome al armario y buscando una pijama. Sin embargo, varias fotos llamaron mi atención.

—Así que tienes cuatro hermanos, Sadie... —susurré para mí misma, quedándome mirando las fotos. Pensé que lo había hecho durante poco tiempo y no de manera acosadora, pero una voz me hizo reaccionar.

—_____ , te dije que busques una pijama, no que husmearas mis cosas —dijo Sadie desde la puerta del baño.

—¿Ya te duchaste? —pregunté, y ella asintió—. ¿Cómo demonios te duchaste tan rápido?

—Sin malas palabras, _____, es mi cabaña, así que yo elijo las reglas —respondió Sadie, rodando los ojos—. Además, entré hace unos... 15 minutos.

—Bien, creo que eso lo explica —dije, dejando las fotos donde estaban.

—Ahora, debes cambiarte —dijo Sadie, sonriendo levemente.

—Cierto... —dije, entrando al baño de la habitación de Sadie.

Me cambié rápidamente, eligiendo una pijama cómoda. Mientras lo hacía, no podía evitar pensar en cómo había sido el día. Todo parecía suceder a una velocidad vertiginosa. Al salir del baño, vi a Sadie en la cama, revisando su teléfono.

—¿Listo para una noche de películas? —preguntó, levantando la vista y sonriendo.

—Suena genial —respondí, sintiéndome más relajada.

—Perfecto, elijo la primera —dijo Sadie, moviendo las mantas para acomodarse.

Me acomodé junto a ella, sintiendo una mezcla de emoción y nervios. No sabía qué esperar de esta noche, pero estaba lista para disfrutarlo.