Capitulo 1

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CAPITULO 1

BELLA POV

Era uno de esos días fríos en los que extrañamente mi corazón se sentía más tranquilo que nunca. En un tiempo añoraba el clima cálido en el que había crecido con mamá, ahora, luego de Forks y todo lo que eso significó, no podría encontrar la calma si no me encontraba envuelta por el frío.

No es que fuera necesariamente la vida más emocionante de todas. Especialmente en vacaciones. Todas iguales, una tras otra, llenas de monotonía y rutina. Estas fiestas, al igual que las anteriores, me encontraba haciendo horas extras como voluntaria en la biblioteca universitaria junto lo señora Fritz, la administradora, una anciana pintoresca que había migrado de Alemania en la época del holocausto. Los vuelos a Estados Unidos desde Glasglow, Reino Unido eran muy costosos e incluso más en época navideña, y, además, para mí era el trabajo perfecto, me daba el tiempo suficiente para estudiar y me servía como un reintegro a la universidad, lo que me garantizaba la residencia universitaria, los viáticos de alimento y la colegiatura. También me dejaba el suficiente tiempo para mi casi inexistente vida social.

Nunca había sido una persona muy dada a relacionarme con las demás personas, al menos no con las de mi edad, si antes de mis últimos años de escuela se me había hecho difícil socializar, ahora, luego de todo aquello, lo era aún más. Quizás fuera por eso que se me hacía tan cómodo pasarme los días en la biblioteca con la señora Fritz y Agnes, mi compañera de dormitorio.

- Querida, deberías dejar ya esos libros viejos y salir con tus amigos por una vez – la señora Fritz tenía esa costumbre, y es que era lo normal, especialmente si se tomaba en cuenta que era la última semana de trabajo antes de las vacaciones de navidad.

- Realmente no tengo planes, prefiero dejar todo listo antes de que tenga menos tiempo para ordenar – argumenté mientras sacudía una pila de tomos desfasados de anatomía.

La señora Fritz negó con la cabeza y se retiró a ubicar otros libros mientras remedaba en alemán. Suspiré y regresé la mirada a los libros, limpiando uno a uno antes de colocarlos en sus estantes respectivos de la sección de medicina. Me mantuve así por un rato, con la mirada fija en la nada mientras limpiaba uno a uno los libros y los colocaba en su lugar, cuando por algún motivo que desconocía una extraña sensación de nerviosismo se apoderó de mí, era realmente extraño, no tenía ningún motivo.

Me puse de pie y caminé en dirección a la recepción, aferrándome fuertemente al libro que llevaba entre mis brazos, irónicamente era un tomo de salud cardiovascular, puesto que al parecer iba a sufrir un ataque cardíaco fulminante, tenía muchísimo tiempo de no sentir algo así sin razón, ya no sufría de ataques de ansiedad como los primeros meses en Glasgow, seguramente era una baja de azúcar o algo similar, ya que no había almorzado ese día. Sin embargo, al encontrarme frente al escritorio mis nervios no hicieron más que dispararse. Tragué en seco e intenté articular palabra a quien se encontraba al otro lado del mostrador, pero no pude, aparentemente estaba teniendo un ataque de ansiedad, de pánico o algo.

- Hola Isabella

Dejé caer el libro y pude sentir como la sangre abandonaba completamente mi rostro y mi corazón latía más rápido de lo humanamente sano, pero de un momento a otro, sentí como la crisis pasaba y una oleada de calma se apoderaba de mí, lo cual era completamente ilógico tomando en cuenta a la persona que se encontraba frente a mí en ese momento. Me sentía bastante tranquila, aunque aturdida.

- Isabella tienes que calmarte

Habían pasado prácticamente siglos desde la última vez que esa clase de extraordinariamente hermosos ojos color ámbar me regresaban la mirada. Bueno, al menos eran ámbar.

It was always you and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora