Ximena.

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Llego el martes y salí de mi casa en rumbo la escuela, ya que no estaba tan lejos, eran como 30 min caminando y 10 min en coche, mis papás pensaban que ya era lo suficientemente grande como para irme sólo a la escuela, bueno en realidad yo les pedí que me dejaran ir sólo a la escuela creía que era de chicos cools hacer eso, pero este día decidí ir caminando para ver si encontraba a Ximena y sentar las bases de una amistad, para mi desgracia no la veía. 

"A lo mejor ya llego a la escuela, o la llevaron en coche;  aunque trate de ver dentro de los coches a ver si la veía iban tan rápido que cuando volteaba ya me habían pasado; pero bueno talvez ahorita que llegue pueda hablar con ella antes de que toquen la campana."

Me apresure para llegar rápido a la escuela, pero cuando llegue tampoco la vi, en ese momento me preocupe por lo que pudo pasar, "talvez le paso algo o no quiso venir a la escuela por lo que le paso ayer, yo tampoco querría venir si me hubiera pasado lo mismo que ha ella."

Toco la campana y subimos al salón, me senté en mi lugar y empezaron las clases pasados 15 min alguien toco a la puerta, era una perfecta (para los que no saben es esa persona que se encarga de mantener el orden en las escuela y pasillos) venia con Ximena, al parecer había llegado tarde, la maestra la recibió y le ordeno sentarse en su lugar.

Ella iba con la cara hacía abajo, como un poco apenada se sentó en su lugar y siguió la clase, al menos  eso explicaba porque no la vi cuando venia para la escuela. 

Pasaron las clases y antes de que empezara el recreo Ximena se puso a jugar  nuevamente con sus zapatos, dejándome ver su hermoso talón otra vez, una vez que toco la campana para el receso decidí hablar con ella, pero cuando me acercaba ella ya no estaba, la verdad es que fuera de sus pies, me agradaba la idea de poder tener una amiga cerca de mi casa además que se me hacía bastante linda  y ver que no tenía amigos en un grupo tan unido que somos lo sentía feo, quisiera que se integrara más.   

Salí del salón y como de costumbre mis amigos me esperaban afuera pero  esta vez estaba tan distraído pensando en Ximena y en como hacerme su amigo, que no los vi hasta que Karla me aventó una botella de agua .

K- ¡OYE TONTO ESTAMOS AQUÍ!

- A perdón es que estaba pensado en otras cosa que no los vi.

K- Bueno tu eres tonto o ¿qué?.

Llevaba tanto tiempo conociendo a Karla que se lo mucho que se puede enojar por cosas como esta, por lo que es mejor pedirle una disculpa y comprarle algo para que se enoje pero poquito.

- No no no, ya perdón, te invito un pake-taxo para que no te enojes. 

K- Mmmmm que sean dos. 

- Pues ya que, vamos por ellos. 

Una vez que pasamos por los pake-taxos, decidimos sentarnos en unas escaleras, yo en el transcurso de la tiendita a la escalera trate de buscar con la mirada a la chica nueva, pero no la vi en ningún momento, "vaya esta chica es muy difícil de encontrar acaso desaparece o ¿en dónde esta?" 

Sonó la campana que marcaba el fin del receso, ya que estábamos en la escalera fuimos los primero en llegar al salón, nos sentamos y Ximena fue la segunda en llegar, por lo que vi mi oportunidad para poder hablar con ella, pero en el momento en que me acercaba a ella llego el tipo que se sentaba con ella un tipo llamado Diego, quien formaba parte del grupo de deportistas/abusador/"guapo". Él estaba enamorado de mi amiga Karla por lo que cuando me vio,  me agarro del cuello  para decirme que le consiguiera una cita con ella; algo que ya me lleva pidiendo por dos años y ya le había dicho a Karla pero ella se negaba rotundamente a tener una cita con él; pero ya te dije ella no quiere una cita contigo.

D- Si lo sé, pero tengo ahora otro plan, tu te sientas con la chica nueva y yo me siento con Karla hasta atrás, así si o si tendría que hablarme.

"La verdad no era una mala idea, osea así podría hablar con la chica nueva, con lo mucho que lo deseaba, pero había dos problemas. El primero era que Karla me mataría si hiciera eso, el segundo era que el lugar donde me sentaba me gustaba mucho, además la vista que tenia de los pies de las chicas era increíble y más de ximena, desde ahí podía ver como jugaba con sus zapatos y no parecer un pervertido. Si me sentaba con ella no iba a poder ver sus pies, estaría cerca pero no quería que pensara que era raro o algo así, así que sería mejor decirle que no."

- No gracias, Karla me mataría sabes y no queremos eso.

D- Vamos, si no aceptas el que te matará soy yo.

-  Como quieras, ella me da más miedo que tú la verdad. Me regresé a mi lugar.

-¿Qué crees karla?, Diego quiso que le cambiará mi lugar para que estuvieras con él

K- ¡¡¡¿QUÉ?!!!, ¿Y qué le dijiste?

-Obviamente no acepte, eres mi amiga no te puedo hacer eso.

K- Gracias, eso es un alivio, no quiero estar todo el día sentada con él.

-Si si, lo sé.

Transcurrió la tarde y nuevamente vi a Ximena jugar con sus zapatos durante las clases faltantes, era algo que realmente me encantaba, poder ver su talón y ocasionalmente todo su pie, bueno con las calcetas puestas, pero igual lo disfrutaba, nunca nadie del salón había hecho eso durante tanto tiempo y menos días días seguidos.
Me encantaba ver sus pies.

Acabaron las clases y la chica nueva igual que en el recreo, al oír la campana salió volando del salón para irse.
Pero lo que ella no sabía es que, no por salir primero te vas a ir luego luego, teniamos que esperar en el patio a toda la escuela y ordenarnos por salones para poder salir, por lo que vi una oportunidad en ese momento.
Fui a hablar con ella o bueno eso quería, pero de igual manera que en él recreo, tenía que esperar a mis amigos... sabía que si les decía que me gustaba la chica nueva y quería sentar las bases de una relación me dejarían, pero no atrevía a decirles, así que los espere y bajamos todos.

Entonces nos formamos y salimos, vi como la chica nueva se fue rápidamente a su casa, quería alcanzarla para hablar con ella así que me despedí de mis amigos y trate de alcanzarla, pero fue en vano ya que ella se había subido al camión y ya se iba. Por lo que otro día más no pude hablar con ella, no entendía como era tan difícil hablar con una persona, todos los días los hago pero ella no sé, ¿cómo le hace para desaparecer?, ¿tiene amigos? Todas esa preguntas me las hacia mientras me dirijia a mi casa, algo bueno es que ella vive cerca de mí, así que talvez pueda verla y hablar con ella el fin de semana.

Aún tengo muchas oportunidades para poder hablarle, solo tengo que esperar a que aparezca una.


La chica nueva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora