Style. (Haylor)

Capítulo 15

Punto de vista de Harry:

Regresé a casa de mi madre algo derrotado.No,no algo,completamente derrotado.Taylor me odiaba y al parecer Gemma me odia también.Mujeres.Reí.

Entré y ví a mi mamá decorando un pastel embetunado con plátano.Se lo compraré.Todo mío,mío,mío.Las bananas son propiedad de Harry Sty- okay,ahí le paro.

"Hola,mamá,vine por mi maleta" dije.

"Okay,cielo" me respondió.Subí las escaleras y escuché llantos suaves provenientes de el cuarto de Gemma.Juro que si ese hijo de su madre le hizo algo,me las pagará.Lo siento Gemma,pero aunque no me quieras ver,tengo que consolarte.

Abrí la puerta y me encontré con una figura completamente triste.Gemma corrió hacia mí y enredó sus brazos alrededor de mi cuello.Casi estrangulandome.Yo la abracé por la cintura.

"Perdóname,hermano,lo siento.No era mi intención.Por favor perdóname.Yo no quería" lloró en mi hombro.Yo sonreí y acaricié su cabello.

"No,hermanita" Así le decía aunque fuera menor que ella. "No te disculpes.Pero si aun así quieres una palabra de mi parte,te perdono.Olvidemos esto,¿sí?" Dije.Creo que hasta a mi se me cristalizaron los ojos.

Ella asintió sin despegar su cabeza de mi hombro.Amo a mi hermanita con todo mi corazón.A veces irritante,pero,¿que haría yo sin alguien irritante?

"Me iré a empacar mi maleta" decidí no preguntarle acerca de el escarabaj-ejem,Matt.

Fui a mi cuarto,y mi maleta ya estaba empacada.Ay,mamá,no tenías porque.La abrí un poco para ver lo que había.Una camisa blanca con rayas negras,una camisa floreada,una camisa naranja con estampados dorados...

Me la pasé viendo la tele con mi mamá en vez de platicar acerca de rumores estúpidos.Mi mamá sabía mejor que prestar atención a las revistas de mierda.

Me fui a dormir.Me cubrí con las sábanas y agarré mi teléfono,que estaba sobre la mesita de noche alado mío.Estaba acostado boca arriba y miraba hacia el techo.Sostuve mi teléfono y busqué alguna foto mía con Taylor.Una que yo hubiera tomado.Odiaba agarrarlas de internet porque perdían lo especial.

No tenía ni una puta foto.Gemma me arruinó la vida con hacerme dudar de que si lo que Taylor hacía me molestaba,pero ya la había perdonado.

De todos modos quería cambiar mi fondo de pantalla así que escogí una selfie que me tome con uno de mis mejores amigos,Niall.Niall era tan honesto,tan buena onda.Y sincero.

Satisfecho,apagué el celular y lo deje en mi mesita,bueno,la de mi mamá.

Me desperté al sonido de mi alarma.Diablos.Como odiaba levantarme a las 5:00 am para agarrar un vuelo,pero quería aprovechar los días en Los Ángeles lo mas que se podía antes de ir a Londres para una premiación.

Agarré mi maleta.Mi madre seguía dormida,así que solo deposite un suave beso en su mejilla y me fui.

Manejé hasta el Aeropuerto Nacional de Nueva York.Una chica me vio y se quedó con la boca abierta.Le sonreí,guiñe un ojo y me lleve los dedos a los labios para indicarle de que por favor no dijera que estaba aquí.

Ella se llevó la mano a la frente,como un saludo militar.Sonreí.Con mis manos formé un corazón y volteé hacia ella.Ella me tiró un beso.Wow.Me encantaba que supieran respetar cuando quisiera vacaciones.Esa chica tiene fuerza de voluntad.No se me acercó,ni gritó.

Entré a la reja donde iba a tomar mi vuelo.Agarré mi asiento y coloqué mi maleta en una casilla arriba de mi asiento.Conservé mi bolsa de mano debajo de mi silla y apreté mi teléfono con mis dos manos.

Siempre me pongo tan nervioso cuando viajo en avión.La verdad,muero de miedo cuando el avión despega porque siento que se va a ir de lado.En serio,no miento.Pero Niall se pone peor.Da un gran discurso acerca de que quiere que escribamos en su lápida en caso que muera,y a veces hasta llora mientras pronuncia su testamento.Pendejo melodramático.

A las dos horas de el vuelo,me levanté para ir al baño.La gente me miraba raro.¿Es porque traigo jeans más ajustados que los de las chicas?Usaba jeans seis veces mas ajustados que la talla normal.Y orgullosamente puedo decir que estoy bien cómodo.

Regresé a mi asiento y una aeromoza caminaba por el pasillo vendiendo comida.La aeromoza era morena,de ojos y cabello café recogido con una red,y una sonrisa muy agradable.Llevaba un gorrito y vestido azul marino con blanco.Se veía joven.

Cuándo llegó a mi me preguntó, "¿Algo que se le ofrezca,Señor" dijo con una sonrisa.

"¿Señor?Ni tan viejo estoy" dije con una sonrisa.Ella rió y yo también lo hice.

"Un jugo de manzana,y un sandwich,por favor" dije,todavía sonriendo.Ella me dijo el precio,y yo le dí mi tarjeta.

"Muchas gracias" dijo.

"No,gracias a tí" dije con una sonrisa.

"Oye en serio,perdón,pero,soy super fan tuya,¿me puedo tomar una foto contigo?" Dijo algo tímida.

"Pero por supuesto" dije agarrando su celular de el bolsillo, "No perdería la oportunidad de tomarme una foto con semejante hermosura" dije.¿De aquí a cuándo te pusiste tan coqueto?

Ella se sonrojó fuertemente.Yo me levanté y nos tomamos una selfie.

"Pasajeros,les recordamos que el uso de cámaras fotográficas así como de teléfonos esta prohibido.Gracias" dijo una voz tipo robótica proveniente de el altavoz.

"Oops" reí mientras me sentaba.Ella rió también,y siguió vendiendo comida.Yo quedé con una sonrisa en la cara.Le gusto a esta chica,y a mí también me gusta.No digo que esté enamorado de ella,porque mi corazón es solo para Taylor,pero ya que no la puedo tener,podría,no se,¿salir con esta chica?

Otra vez me puse de mal humor.Amo a lo que no puedo tener,y lo que si puedo,simplemente no puedo "sentir" algo.

Se escucharon dos timbres anunciando que el avión había llegado a Los Ángeles.Mi querida y dulce ciudad.Pegué mi cara a la ventana para poder ver el estado.

Aventé un chicle a mi boca para que no se taparan mis oídos,y cerré los ojos.Los abrí cuando sentí un pequeño temblor,lo que indicaba que las llantas habían tocado la pista de aterrizaje.Me enderecé.

Cuando dieron la indicación,desabroché mi cinturón.Agarré mi maleta y salí de el avión.Uf,que calor.

Recogí mi otra maleta.Luego me puse a pensar de por que demonios me traje una maleta,si ya tenía montonales de ropa aquí.Para sentirme mas con el espíritu viajero,me dije.

Llamé a una limusina,y no para presumir,sino porque odio los taxis.Los asientos siempre sucios,el taxista da miedo,y a veces tienes que ir apretujado en el asiento de atras.

Llegué a mi casa y me quedé dormido escuchando música.