Sexys Infiltrados

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—Casi, casi tenemos a Shadaloo agarrado por los huevos—dijo el inspector Dorai (padre de Chun Li) golpeando el escritorio con una resma de expedientes y con su puro en la boca.
—Sabemos de una mujer que es pieza clave para Shadaloo y mano derecha de Bison...
pero no sabemos más nada de ella, ni nombre, ni edad, ni paradero, ni familia ni amigos...
Excepto un detalle... absurdo...peculiar...

Todos los policías y detectives lo miraban intrigados en la sala oscura y calurosa de la Interpol, y unos preocupados Ryu y Ken escuchaban atentamente apoyados en la pared con los brazos cruzados.
—...y es que, está confirmado, cuando le hacen el amor, es decir cuando finaliza, suelta un gemido extraño, un chillido, como el chillido de un cerdo.

Hubo un silencio incómodo en la sala y todos los señores muy serios se miraban las caras. Para Ken y Ryu les pareció una broma.
—¿Qué se supone que haremos con esa pista, Dorai-san?

—Bien, otro detalle es que esta mujer trabaja de dia, para no levantar sospechas, en una oficina común y corriente como vendedora de tarjetas de crédito,  en el centro de la ciudad. Y en la noche es la mano derecha de Bison y sus operaciones clandestinas.

—¿Y por qué no capturamos a todas las mujeres de esa oficina y las obligamos a confesar? —preguntaron los policias.

—Porque esta es una operación cien por ciento secreta y al menor movimiento, este Bison astuto escaparía... no podemos correr ese riesgo.

Y prosiguió:

—El plan es este: dos de los más jóvenes de mis muchachos se infiltrarán en la oficina como empleados comunes, con identidades falsas; serán contratados sí o sí porque nos encargaremos de "desaparecer" a todos los demás postulantes, haremos que no lleguen a tiempo o les daremos dinero, en fin los borraremos del puesto de manera pacífica.
Una vez dentro de la oficina, pues tendrán que descubrir quién es la mujer que chilla como cerdo, una por una, cuando les saquen un orgasmo... al mismo tiempo que venden tarjetas como los demás empleados y cumplen un horario de salary man para no levantar la más mínima sospecha. Y una vez que la atrapen...¡bingo! tenemos a Bison.
Ken y Ryu apretaron los puños.
—Déjenos a nosotros la misión, Dorai-san, tenemos un saldo pendiente con ese maldito después de lo que nos hizo y a Chun Li! — Le suplicaron.

—Ok, de todos modos ustedes estaban en mi cabeza como primera opción.

Chun Li, que escuchaba atentamente sentada en una fria silla de metal con las piernas cruzadas, se levantó de un sobresalto no pudiendo evitar mostrar su incomodidad por la elección de los (sus) muchachos en la misión y sugirió inmediatammete a otros, cosa que Dorai descartó por no tener "las cualidades necesarias para esta misión, que estos dos muchachos tienen a la vista"
¿Qué quizo decir su padre con eso?
¿Eran jovenes? Sí. ¿Visiblemente sensuales? Sí. ¿Tienen más chances que cualquiera de acostarse con toda la oficina si les diera la gana? Sí... Chun Li apretó los dientes y salió  del cuarto furibunda sin despedirse de nadie.

...

Esa mañana era muy calurosa en la oficina de venta de tarjetas de crédito, muy aburrido y olía a café. Todos los empleados yacían desparramados en sus asientos hablando por teléfono ofreciendo créditos. Cuando en esa rutina aburrida, el jefe los llamó a todos al centro.
—Como es costumbre, a principios de primavera contratamos nuevos empleados. Les presentaré a dos nuevos compañeros. Saluden.
—Mi nombre es Andy. Un placer. —Se presentó Ken, muy seguro de sí mismo, casi con arrogancia. Lucía un blazer beige y una bufanda impecables, y sus pectorales bien fornidos resaltaban en su blanca camisa. Las chicas empezaron a susurrar entre ellas y aplaudieron como fans cuando terminó su presentación.
—Hola, mi nombre es Ry... Terry.— Se presentó Ryu, algo tímido y sonrojado. Llevaba su blazer gris en el hombro y solo lucía una camisa blanca de seda, de la cual se notaban unos grandes y firmes brazos debajo...

La MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora