El distraído de mi novio (Iketeru x Uramichi)

Capitulo único

Aquel caluroso día de verano hacía sudar a cualquiera, sobre todo si en el lugar donde trabajabas se había descompuesto el aire acondicionado, haciendo que el lugar se volviera más sofocante de lo habitual, haciendo que la idea de renunciar a su trabajo se volviera más tentadora a los ojos de Uramichi Omota.

—¡Hey, Uramichi-Onii-san! —saludó aquel chico de mechas rubias que tanto solía molestar a Uramichi, llegando a la sala de descanso, seguido de Mitsuo Kumatani y de Utano Tadano. —Ya por fin llegaron los técnicos para arreglar este problema.

—Me estaba muriendo de calor. —dijo la mujer mientras se ventilaba el rostro con su mano.

Todos tomaron lugar alrededor de Uramichi-Onii-san, comenzando una conversación entre los integrantes del programa, hablando sobre las recientes vacaciones que habían tenido y que Uramichi no había disfrutado para nada por el tonto y distraído de su novio, quien había olvidado la reservación del hotel que habían hecho desde hace un mes. A pesar de todo esto, Uramichi no se molestó en gritarle a su pareja, ya estaba más que acostumbrado a eso.

—¡Miren, chicos! —Llegó la pareja de Uramichi, Iketeru-Onii-san, rebosando de felicidad mientras sacudía el celular que tenía entre sus manos. —¡Mi perro dió una vuelta! —El chico con el lunar bajo su ojo, más que un adulto, parecía un niño. Nadie sabía cómo es que el amargado de Uramichi y el infantil de Iketeru eran pareja desde hace 2 años, y eso era lo que más le intrigaba a la mujer de cabellos castaños.

La única fémina del grupo miró a Uramichi. Ella, más que cualquiera, entendía cómo se sentía el tener de pareja a un chico distraído, después de todo, su novio se parecía demasiado a Iketeru; ambos eran distraídos, no captaban sus indirectas, no podían hacer nada solos... en fin, parecían gemelos.

—¿Cómo aguantas a tu novio? —le preguntó Utano Tadano, o mejor conocida como Utano-Onee-san, con total seriedad a Uramichi-Onii-san. Ella no tenía la paciencia de Uramichi, incluso hubo días en los que le aventaba revistas de boda a su novio para que se diera cuenta de sus indirectas, sin embargo, ni así pudo lograr su objetivo.

El chico castaño de casi 30 años miró a la mujer con un rostro cansado y respondió.

—¿Quién dijo que lo aguanto?

La chica no fue la única que se sorprendió, sino que todos los presentes lo hicieron, ya que habían escuchado con claridad lo que había dicho Uramichi.

Iketeru miró a su novio con un rostro que le indicaba a Uramichi que el chico estaba a punto de llorar, lo que alertó a Uramichi, ya que sabía lo dramático que se ponía su novio cuando se ponía triste; aquello lo descubrió mientras miraban una película de la muerte de un perrito, haciendo a Iketeru chillar y gritar por la muerte del animal, dejando sordo a Uramichi en el proceso.

—¿Quieres dejarme? —preguntó con dramatismo el chico de cabellos púrpuras, empujando a Usahara para quitarle el asiento que ocupaba a lado de Uramichi.

—¡Oye! —Se quejó el chico de mechas rubias.

—¡No puedes dejarme! —dijo Iketeru Daga, poniéndose serio en algo que no era la actuación o la música por primera vez en su vida. —¡Piensa en nuestro hijo! —Todos exclamaron de la impresión, incluso exclamó el director, quien estaba pasando por ahí tras escuchar los gritos de Iketeru.

—¿CÓMO QUE TIENEN UN HIJO? —preguntó alterado el director, sujetándose de la pared para no desmayarse en ese momento. —¡TRÁIGANME A ESE NIÑO, DEBE APARECER EN EL PROGRAMA Y...!

—¡No tenemos un hijo! —gritó alterado el castaño.

—¿Cómo te atreves a negarlo? —Iketeru sentía morirse en ese momento. Primero decía no soportarlo y ahora negaba la existencia de su perrijo (perro-hijo), ¿Qué seguía? ¿Ir por cigarrillos y abandonarlo con su perrijo? Bueno, según Iketeru, Uramichi ya había planeado abandonarlo con su perrijo, pero lo "había descubierto" y "arruinó el plan de Uramichi", ignorando el hecho de que Uramichi realmente si iba a ir a la tienda a comprar sus cigarrillos diarios.

—Oigan, primero hay que tranquilizarnos. —decía Utano-Onee-san, sin embargo, el daño ya estaba hecho. Iketeru Daga creía que su relación con Uramichi se estaba marchitando tal como decían en las novelas que solía ver con su hermana mayor, y no podía dejar que eso pasara, incluso si eso significaba mentir.

—¡Estoy embarazado!

Silencio absoluto. Todos miraron a Iketeru con cara de no creerle. Era un hombre, definitivamente no estaba embarazado.

—¿Qué? —Uramichi suspiró cansado. Aparte de distraído e infantil, su novio era demasiado dramático.

Iketeru se cruzó de brazos, manteniendo su postura seria. Tenía que sonar convincente si quería engañar a Uramichi, sin tomar en cuenta que nadie le creía aquello.

—Iketeru, eres un hombre. —Uramichi dijo con obviedad. Quería acabar con este teatro.

—Eso no me dijiste cuando me la metist-

—¡Basta, arreglen sus problemas de pareja en otro lado! —gritó Usahara, tapándose los oídos. Una cosa era saber que Uramichi e Iketeru eran pareja, lo cual respetaba y apoyaba, y otra muy diferente era saber que Iketeru había sido el pasivo.

Kumatani asintió a lo que su compañero había dicho. Nadie quería saber de la intimidad de aquellos dos. Por otro lado, Utano-Onee-san estaba en un trance.

—¿Meter? ¿Uramichi meter? —preguntaba en voz baja la chica, repitiendo la palabra meter. Ahora tenía que ir con un especialista para superar aquella situación.

El director asintió complacido. Sus chicos estaban en la plena flor de la juventud, estaba orgulloso. Sin embargo, no dejaba de pensar en el supuesto hijo de ambos.

Después de aquella dramática pelea, Uramichi e Iketeru arreglaron sus desacuerdos en privado, hablando del tema de que Iketeru era un distraído y debía de dejar de pensar en onigiris cada que hablaban de un tema serio.

Para fortuna de Iketeru Daga, su relación con Uramichi no se había terminado, incluso habían dado el siguiente paso: el matrimonio, recibiendo quejas de Utano-Onee-san por no conseguir casarse antes que Uramichi e Iketeru y quejas del director al enterarse que el hijo que había mencionado Iketeru era un perro.

Tal vez Uramichi no podía quitarle lo distraído, infantil y dramático a su novio, pero así lo amaba.

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¿Qué les pareció este One-shot?

Espero que les haya gustado este regalo que hice no solo para mí, sino también para ustedes, para celebrar mi cumpleaños (13/septiembre/2021) a lo grande.

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