La vida se basa en engañarse a uno mismo de que todo va ha mejorar y que los protagonistas de historias siempre encuentran la felicidad, mentira.
Todo comienza cuando demuestras que existen las Alphas, las que demuestran que no necesitamos ser luna...
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Sentía la urgencia de hablar con Sammy. Me arrepentía de haberme ido de la forma en que lo hice, sin decir una palabra de despedida, dejando todo en el aire.
Tomé mi teléfono y traté de llamarla, pero no contestó. Sabía que no obtendría respuesta hasta que estuviera en persona frente a ella. Sammy era así, reservada y a veces un poco testaruda.
El asunto de la hija de Erin me tomó por sorpresa. Al principio, una oleada de preocupación pasó por mí, temiendo que pudiera ser mía. Pero quiero dejar algo claro, no le tengo miedo a la idea de ser padre. Lo que realmente quiero es que todo sea con Sam.
...
Estaba a punto de tocar la puerta de la casa de mi mate, sumido en mis pensamientos sobre lo que tenía que decirle y cómo enfrentarla después de haberme ido sin previo aviso. Sin embargo, mi atención se desvió de inmediato cuando vi a Cira, una de las brujas del aquelarre, parada allí y haciéndome señas para que me acercara a ella.
—Matteo, ayer vi algo que lamentablemente no podré cambiar por mi cuenta —dijo Cira con una expresión preocupada.
Mis cejas se fruncieron, curioso y un tanto ansioso por saber qué había visto. —¿Qué viste exactamente?
Cira tomó una respiración profunda antes de hablar —La muerte.
La respuesta me dejó perplejo. Aunque no estaba seguro de quién se trataba, inmediatamente mi mente pensó en las personas más cercanas a mí, y entre ellas, Samantha se destacaba. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral ante la posibilidad.
—¿Tienes alguna idea de quién podría ser?
Cira asintió lentamente, y sus ojos reflejaban la seriedad de la situación —Sí, es alguien muy cercano a ti. No estoy completamente segura de quién, pero puedo sentir que será pronto.
